La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) le dio un nuevo batatazo a la afligida economía de Chile, ya que rebajó este miércoles con fuerza su previsión de crecimiento en 2022 de un 3,5% estimado en diciembre pasado a un 1,4%.
De acuerdo a lo señalado por la OCDE, “se prevé que el crecimiento se desacelere hasta el 1,4% en 2022 y el 0,1% en 2023”.
Lo anterior es por la “elevada inflación, condiciones financieras más restrictivas y la retirada de medidas fiscales extraordinarias limitarán el consumo de los hogares. El endurecimiento de las condiciones financieras y la incertidumbre en torno a la nueva Constitución probablemente frenarán la inversión de las empresas. La inflación se moderará a partir de 2023, pero continuará en niveles elevados debido al impacto en los precios del petróleo del embargo de la UE a Rusia”.
Asimismo, el organismo internacional proyectó una expansión del PIB nacional de solo el 0,1%, un 1,9% menos que lo previsto hace seis meses.
Además, la OCDE señala que la economía chilena está dando señales de enfriamiento y registra una inflación inédita desde la década de 1990, luego de un rebote histórico del PIB del 11,7% en 2021, considerada la mayor expansión en cuatro décadas.
También se menciona que la inflación registró en marzo un incremento interanual del 9,4% en doce meses, situación que ha llevado al Banco Central a subir las tasas de interés referencial como medida de contención del 2,75% al 8,25% en menos de medio año, algo que resulta inédito en más de 20 años.
“El Banco Central debería seguir endureciendo la política monetaria para garantizar que la inflación vuelva al objetivo, aunque a un ritmo más lento, debido a la desaceleración económica”, recomienda el informe dado a conocer por la OCDE.
El organismo también consigna que el crecimiento económico seguirá siendo “débil” a causa de la “incertidumbre en torno a la nueva Constitución y a las tasas de interés más elevadas”, sumando que “los niveles de empleo anteriores a la pandemia se alcanzarán gradualmente, con el apoyo de subvenciones a la contratación, pero el nivel de informalidad laboral sigue siendo preocupante”.
Además, precisa que “la inflación se moderará en 2023 derivado de la desaceleración de la actividad económica, pero se mantendrá elevado debido al impacto en los precios del petróleo del embargo de la UE a Rusia”.
La OCDE también recomienda mejorar la seguridad energética e impulsar la productividad que a su juicio “debe ser prioridades”, ya que “la riqueza de Chile en fuentes de energía renovable ofrece un gran potencial de exportación. Una mayor inversión en energías renovables, unida a la aceleración de la eliminación de plantas de carbón, puede contribuir a diversificar la economía e impulsar la productividad, reduciendo al mismo tiempo la dependencia y los costos energéticos”.