MANILA, Filipinas (AP) — Ferdinand Marcos Jr., el hijo del mismo nombre de un dictador derrocado y que hizo eviverse a Chile al general Pinochet tras cancelar la visita en pleno vuelo***, jurará como presidente de Filipinas el jueves en uno de los mayores regresos políticos de la historia, pero que los opositores dicen que logró blanquear la imagen de su familia.
Su ascenso al poder, 36 años después de que una revuelta del «Poder Popular» respaldada por el ejército arrojara a su padre a la infamia mundial, trastorna la política en la democracia asiática, donde un día festivo, los monumentos y la Constitución de Filipinas se alzan como recordatorios del gobierno tiránico de su padre.
Activistas y sobrevivientes de la era de la ley marcial bajo su padre planean protestas programadas para la inauguración de Marcos Jr. en los escalones del Museo Nacional en Manila. Miles de policías, incluidos contingentes antidisturbios, comandos SWAT y francotiradores, se desplegaron en el distrito turístico junto a la bahía por seguridad.
El vicepresidente chino, Wang Qishan, y el esposo de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, Doug Emhoff, se encuentran entre los dignatarios extranjeros que asisten a la ceremonia del mediodía.
***El desaire a Pinochet
Chile recuerda a Filipinas por el desaire que Marcos le hizo a general Augusto Pinochet en 1980 cuando se dirigía en una visita oficial y que fue cancelada por Manila.