Para alcanzar los objetivos climáticos y garantizar la seguridad alimentaria, especialistas recomiendan una transición a un sistema de alimentación basada en plantas
Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Bonn, en Alemania, señala que para alcanzar los objetivos climáticos y garantizar la seguridad alimentaria, el consumo de carne debe reducirse en al menos un 75%.
El equipo de investigación de esta casa de estudios analizó investigaciones recientes sobre distintos aspectos del consumo y la producción de carne: desde sus efectos para el medio ambiente y el clima, hasta su impacto en la salud pública y la economía. De acuerdo con los resultados, particularmente en los países donde las personas consumen mucha carne, una reducción significativa no solo es deseable sino vital para mitigar los impactos de la agricultura animal.
“Comenzar a basar nuestra alimentación en plantas, especialmente en cereales integrales, legumbres, vegetales y frutos secos, es una de las formas más eficaces para proteger nuestra salud, nuestro planeta y la seguridad alimentaria a nivel global”, dice Fernanda Vieira, directora de Políticas Alimentarias de Sinergia Animal, una organización internacional de protección animal.
Una carrera contra el tiempo
Viera explica, además, que “para el año 2050, deberemos alimentar a 10 mil millones de personas alrededor del mundo y esto no podemos lograrlo con nuestro sistema alimentario actual”.
Según un reporte publicado por la Comisión EA-Lancet, un sistema alimentario que sea compatible con los objetivos tanto ambientales como nutricionales, consistiría en más de un 90% de alimentos basados en plantas.
“Alrededor del 80% de toda la tierra para agricultura a nivel global es utilizada para la agricultura animal. Sin embargo, los productos animales representan solo el 37% de las proteínas y 20% de las calorías consumidas por las personas alrededor del mundo. Esto no es eficiente, en especial para una industria que es responsable por el 57% de la emisiones de gases de efecto invernadero de toda la producción de alimentos”, dice Vieira.
La búsqueda por la sostenibilidad
Para alcanzar el 75% de reducción de consumo de carne recomendado, el equipo de investigadores detrás del estudio de la Universidad de Bonn recomiendan iniciativas tales como impuestos a los productos cárnicos y que la temática del “consumo sostenible” sea incorporado a los programas educativos escolares.
«En Chile, promovemos opciones de alimentación más sostenibles y brindamos asistencia nutricional y profesional gratuita a quienes buscan transitar a una alimentación basada en plantas”, explica Vieira.
Para saber más sobre el programa, accede a www.desafio21diasveg.com