En momentos en que en Chile se relativiza la identidad nacional, se relega a un segundo y tercer plano el ser «chileno» y la pérdida constante de elementos distintivos de lo que fue alguna vez la cultura chilena, en la Argentina, donde son múltiples los problemas y las crisis políticas permanentes, nunca han dejado de sentirse orgullosos se ser argentinos y mantienen vivo su amor por al «albiceleste», ayer en el vecino país se celebró el día en que los niños, los estudiantes juraron lealtad a la insignia patria en el Monumento Nacional a la Bandera en la ciudad de Rosario en 1812, donde el general Manuel Belgrano izó por primera vez la bandera nacional de las franjas celestes y blanco con el sol en el centro.
Por cierto, esta ceremonia que se realizó en todo el país, tuvo otro elemento que une a los argentinos como es la causa por las islas británicas de las Falkland o Malvinas como las llaman allá.
Para algunos críticos de estos actos, que en Chile pasan sin pena ni gloria, no significa incentivar el nacionalismo sino que mantener vigente elementos que le dan sentido de pertenencia a los habitantes de un país. Acá en Chile el día de la Bandera, el 9-10 de julio pasó a ser un fecha intrascendente como también el 18 de septiembre y solo está sobreviviendo el 21 de mayo día de las Glorias Navales.
Cuando los países pierden la vigencia de sus símbolos de pertenencia se produce desafección, desapego e indiferencia.
