A través de un comunicado el Ministerio de Interior informó que estarán abiertos los 22 puntos fronterizos de los 40 que tiene el país normalizando así «el tránsito con países vecinos». Ahora bien la duda que surge es si el país y la estructura de control será capaz de, por ejemplo, controlar con mayor efectividad la avalancha de migrantes ilegales que han colapsado las ciudades fronterizas del norte del país y que a pesar de los rimbombantes anuncios y medidas que implementó la administración Piñera, demostraron ser un rotundo fracaso.

Además surgen dudas por las medidas preventivas que se han relajado al mínimo a pesar que la autoridad de turno asegura que el uso de mascarillas es obligatoria en recintos cerrados y no es obligatorio al aire libre en las regiones donde el riesgo sanitario es bajo o medio desde el pasado 14 de abril.

Si bien es cierto se requiere normalizar las fronteras no menos cierto es reconocer que la fiscalización en fronteras es débil y poco eficaz sumado a ello la nula cooperación de Perú y Bolivia que son los grandes cooperadores de la migración ilegal que llega a Chile y que con esta apertura aprovecharán para seguir llegando al país, por lo tanto habrá que ver si esta apertura no será un nuevo error del gobierno de turno que arrastra las ineficiencias del gobierno anterior.