- Un equipo de investigadores de la Facultad de Comunicaciones y Artes de Universidad de Las Américas analizó más de 3.000 tuits, identificando las razones de quienes se oponen a las campañas de vacunación.
Hay quienes no creen a su efectividad, algunos no están de acuerdo con su obligatoriedad, otros incluso aseguran que las vacunas llegaron a cambio de la entrega de los glaciares y que ocultan estrategias para dominar a la raza humana. Estas son algunas de las “particulares” razones que en Twitter argumentan los chilenos para oponerse a la vacunación masiva desarrollada a raíz de la pandemia del COVID-19.
Así lo dio a conocer un estudio elaborado por los académicos investigadores de la Facultad de Comunicaciones y Artes de Universidad de Las Américas (UDLA), Andrea Gartenlaub, Andrea Alfaro y Rodolfo Arenas. Inicialmente, los investigadores reunieron 15.530 tuits que incluían las palabras “Chile”, “vacuna” o “antivacuna”, descartando los informativos para luego categorizar 3.652 mensajes que contenían opiniones acerca del tema.
“Si bien el porcentaje de quienes rechazan o desconfían de las vacunas en Chile es relativamente bajo, resulta importante analizar estos discursos ya que nos pueden entregar pistas para mejorar la comunicación en futuras campañas, teniendo en cuenta que estas temáticas son vulnerables a la desinformación y fake news”, afirma Rodolfo Arenas.
Las categorías con que se analizaron los tuits fueron cinco: Argumentos seudocientíficos (713 menciones), críticas a la gestión administrativas (633), rechazo a la obligatoriedad de la vacuna (29), teorías conspirativas frente a las vacunas (715) y negacionismo frente al virus (105).
¿Cuáles son las razones?
De acuerdo al estudio, la mayoría de los argumentos seudocientíficos de los tuiteros se traducen en desconfianza a la inoculación. Lo interesante de estos discursos es que expresan opiniones en base a información con datos y utilizando un vocabulario paracientífico. “En muchos casos se destacan efectos adversos y contraindicaciones. También identificamos comparaciones entre laboratorios, aunque no el rechazo a todas las vacunas”, indica Andrea Alfaro.
La investigación también arroja que quizás uno de los aspectos más interesantes de la pandemia es cómo los gobiernos abordaron su gestión. Según los hallazgos de la investigación, estos comentarios aparentan tener una opinión sobre el proceso de vacunación, sin embargo, lo que realmente estarían haciendo es ponderar la gestión administrativa y política de un gobierno.
Al respecto, Andrea Gartenlaub comenta que “esto es una muestra de cómo la pandemia y las vacunas también son terreno de disputas políticas. Muchos gobernantes utilizaron los procesos de vacunación para reforzar su respaldo y mejorar la aprobación de su gestión en base a discursos que apelan a la unidad y superación de diferencias internas”.
El grupo más pequeño dentro de la resistencia a la vacunación lo conforman quienes se oponen a la inoculación obligatoria. Este factor aparece con cierto énfasis en el estudio cuando el diputado Gabriel Silber presentó una iniciativa parlamentaria en enero de 2021. Sin embargo, esta idea no prospera, se extingue y con ello los tuits sobre este tema también.
“Esto es interesante porque el tema de obligatoriedad de la vacuna o de seguir las recomendaciones de la autoridad sanitaria ha sido ampliamente debatido en el mundo. La alta adhesión en Chile a estas medidas causa admiración en el exterior, ya que, por ejemplo, un porcentaje importante de la población en Europa y Estados Unidos ha sido reacia a la inoculación y a otras medidas como el uso de mascarillas”, agrega Rodolfo Arenas.
En cuanto a las conspiraciones, el estudio determina que estas surgen como una respuesta a la falta de información clave, pero también son reflejo de personalidades que optan por dejarse llevar por sus distintos tipos de creencias más que por la evidencia científica. Al respecto, Alfaro señala que este tipo de actitudes se puede exacerbar con “el exceso de información científica no filtrada correctamente, lo que termina confundiendo y generando posiciones dogmáticas frente al tema”.
Finalmente, encontramos a quienes niegan la existencia del virus. La investigación indica que para el proceso de vacunación chileno los negacionistas son relativamente pocos. Un fuerte contraste con lo que ocurre en Europa, Estados Unidos y Brasil, donde este movimiento congrega a muchos seguidores. “De acuerdo a nuestro análisis, en el caso de Chile la mayoría de los negacionistas consideran que la vacuna no hace nada o incluso empeora la enfermedad”, enfatiza Gartenlaub.