Luego de reunirse pasado el mediodía en La Moneda, el Presidente Gabriel Boric y el alto representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, el español Josep Borrell, ofrecieron un largo punto de prensa en el que abordaron entre otros temas, la guerra en Ucrania.

El Mandatario nacional partió abordando el conflicto bélico, señalando que con la UE «compartimos, también, posiciones sobre la contingencia como, por ejemplo, la inaceptable guerra de agresión que sigue llevando adelante Rusia en Ucrania».

Seguidamente explicó que en estos momentos «la comunidad internacional y Chile, como parte de esta, mira con mucha preocupación y angustia también la agresión de Rusia a Ucrania y el enorme impacto que está teniendo en millones de ciudadanos y ciudadanas ucranianas. En esto, es brutal ver las cifras, 7 millones de desplazados dentro del propio país y 5 millones de desplazados fuera de Ucrania».
 
Reafirmó a continuación «el llamado que hacemos a que, desde Chile, conscientes de nuestra posición internacional, a que Rusia retire sus tropas y va a ser algo que es parte también de la campaña para hacer parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».

Sobre las sanciones internacionales a Moscú, Boric comentó que «el estado chileno tiene escasas relaciones comerciales con la Federación Rusa, pero en los organismos multilaterales hemos concurrido con nuestro voto en contra de la guerra y condenando la agresión rusa. Además, hemos conversado con nuestros pares latinoamericanos para actuar en la misma dirección«.

«No somos beligerantes pero ayudamos a un país agredido»

En tanto, Borrell hizo hincapié en que «la guerra en Ucrania no es una guerra del Este contra el Oeste, es un conflicto en el que se dirime es si la fuerza hace la ley o si somos capaces de vivir en un mundo gobernado por leyes comúnmente aceptadas«.

A referirse a las sanciones aplicadas por la UE a Rusia, recordó que «ha tomado el mayor paquete de sanciones económicas, financieras, diplomáticas, comerciales, que nunca hayamos hecho«.

Explicó posteriormente que «sabemos que las sanciones tienen efectos a medio plazo; desgraciadamente la amenaza de las sanciones no fue capaz de evitar la guerra, y la aplicación de las sanciones tampoco la ha parado, porque estas sanciones económicas surten efectos no de la noche a la mañana, sino que castigan a la economía de un país, desgraciadamente también afectan a sus ciudadanos. Nosotros procuramos que afecten sobre todo a los responsables políticos de este drama: hemos sancionado directamente a más de mil responsables del Gobierno ruso con nombres y apellidos, empezando por el señor Putin mismo, siguiendo por su ministro de Exteriores, sus mandos militares (…). Luego están las sanciones de tipo económico que afectan a la economía del país, con el objeto de debilitarla e impedir que financie la guerra«.

«Las sanciones no están aquí para durar, son un instrumento de presión para llevar a la mesa de negociación, buscar un alto al fuego y evitar que la guerra continúe«, acotó.

Borrel comentó que la UE «ayuda militarmente a Ucrania, pero no quiere que la guerra se extienda, ni horizontalmente afectando a otros países, ni verticalmente poniendo en juego armas más peligrosas y destructivas. No somos beligerantes pero ayudamos a un país agredido con quien tenemos un acuerdo de asociación que es seguramente el más intenso y extenso que tenemos con ningún otro país en el mundo».

«Hemos acogido a 5 millones de personas que en menos de un mes han pedido asilo en nuestros países, se los hemos dado. Y les seguiremos ayudando a evitar que sus derechos sean pisoteados por el invasor. Pero seguiremos trabajando para conseguir un alto al fuego y un acuerdo que pare esta tragedia«, añadió.

Finalmente, al referirse a posibles conversaciones con países latinoamericanos para sumarse a las crecientes sanciones de la UE contra Rusia, el personero comentó que «cada país es libre de seguir lo que crea oportuno. Nosotros agradecemos a aquellos que en las Naciones Unidas han expresado con su voto la condena a esta agresión y hacemos lo que podemos para ayudar a Ucrania sin hacer que el conflicto sea más dramático de lo que ya es».