PARÍS (AP) — El presidente Emmanuel Macron se enfrentará a la ultraderechista Marine Le Pen en una decisiva segunda ronda electoral por la presidencia de Francia, luego de que ambos avanzaron el domingo en una primera vuelta que abrió la puerta a un nuevo enfrentamiento de sus visiones contrastantes para el país.
Tras computarse la mayor parte de los votos, Francia se encamina a repetir el duelo de la segunda vuelta de 2017, en la que Macron se convirtió en el presidente más joven en la historia del país. Sin embargo, en esta ocasión no hay garantías de que se repita el resultado.
Dirigiéndose a sus simpatizantes que gritaban “¡Cinco años más!”, Macron detectó que “no se ha ganado nada” y aseguró que las próximas dos semanas de su campaña de cara a la segunda vuelta del 24 de abril serán “decisivas para nuestro país y para Europa”.
Asegurando que Le Pen alinearía a Francia con “populistas y xenófobos”, afirmó: “Eso no es lo que somos”.
“Quiero tender la mano a todos los que quieren trabajar por Francia”, declaró. Se comprometió a “implementar el proyecto del progreso, de la apertura e independencia francesas y europeas por las que hemos abogado”.
El resultado de las elecciones tendrá una amplia influencia internacional en un momento en que Europa pasa apuros para contener el caos desatado por la invasión del presidente ruso Vladimir Putin a Ucrania. Macron ha respaldado con firmeza las sanciones de la Unión Europea a Rusia, mientras que a Le Pen le preocupa el impacto que estas pueden tener en los estándares de vida de los franceses. Macron también es un férreo simpatizante de la OTAN y de la colaboración estrecha entre los 27 integrantes de la UE.
Macron y Le Pen gozan de una cómoda ventaja sobre el izquierdista Jean-Luc Melenchon, quien se ubica en la tercera posición y ya no podrá avanzar a la segunda vuelta.
Con la mayor parte de los votos computados, Macron tenía un poco más del 27% y Le Pen un poco menos del 24%. Melenchon había recibido casi el 22%.
Macron, un político centrista de 44 años, ganó por amplio margen hace cinco años, pero ahora se prepara para una segunda vuelta electoral mucho más reñida ante su némesis política de 53 años. Le Pen ha prometido cambios radicales para Francia —tanto a nivel nacional como internacional— si llega a ser la primera presidenta en la historia del país.
Durante meses pareció que Macron se convertiría fácilmente en el primer mandatario en ser reelegido en 20 años. Pero Le Pen, dirigente de Reagrupamiento Nacional, cerró con fuerza la campaña al aprovechar un tema prioritario en la mente de muchos votantes: El aumento en los costos de los alimentos, la gasolina y la calefacción debido a una desbordada inflación y la repercusión de las sanciones de Occidente a Rusia.
Ahora tanto Macron como Le Pen necesitan atraer a los votantes que apoyen a los 10 candidatos presidenciales derrotados el domingo.