La desocupación en Chile durante el trimestre móvil enero-marzo de este año llegó a 7,8%, según lo que señala la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE).
De esta forma, la cifra significó un descenso de 2,6 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (5,0%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (8,0%). Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron 20,9%, incididas por quienes se encontraban cesantes (-23,1%) y por aquellas que buscan trabajo por primera vez (-0,2%).
La tasa de desocupación en las mujeres se situó en 8,7%, decreciendo 2,3 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 49,2% y 44,9%, avanzando 3,1 pp. y 3,8 pp., en cada caso. En los hombres, la tasa de desocupación fue de 7,2%, con un descenso de 2,7 pp., mientras que las tasas de participación y ocupación se ubicaron en 70,3% y 65,3%, creciendo 1,3 pp. y 3,1 pp., respectivamente.
Alza de personas ocupadas
En tanto, el alza de las personas ocupadas fue incidida tanto por las mujeres (10,5%) como por los hombres (6,2%). Las personas ocupadas ausentes, que representaron el 11,3% del total de la población ocupada, decrecieron 7,4%.
Por sectores, el aumento de la población ocupada fue incidido por comercio (9,9%), actividades de salud (15,6%) y construcción (11,4%), en tanto que por categoría ocupacional influyeron las personas asalariadas formales (7,9%), las personas trabajadoras por cuenta propia (8,2%) y las personas asalariadas informales (9,7%).
Informalidad
La tasa de ocupación informal alcanzó 27,3%, creciendo 0,6 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales aumentaron 10,3%, incididas tanto por los hombres (10,3%) como por las mujeres (10,4%) y por las personas trabajadoras por cuenta propia (11,4%).
Estacionalidad y volumen de trabajo
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural. En este sentido, el indicador estimado fue 7,6%, sin variación con respecto al trimestre móvil anterior, como consecuencia del aumento de la fuerza de trabajo (0,7%), que resultó del incremento de los desocupados (0,5%) y de los ocupados (0,7%).
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 11,2%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 3,0%, llegando a 36,5 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,7%, con una reducción de 5,6 pp. en el período. En los hombres se situó en 13,3% y en las mujeres, en 18,9%. La brecha de género fue 5,6 pp.
Desempleo en la Región Metropolitana
Por su parte, en la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 8,7% disminuyendo 3,4 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (4,8%) fue menor a la registrada por las personas ocupadas (8,9%). Las personas desocupadas se contrajeron 24,8%, incididas solo por quienes se encontraban cesantes.