jueves, marzo 28, 2024

“Los fondos públicos de pensiones como los de Canadá o Noruega tienen rendimientos muy superiores a los que han tenido las AFP’s en Chile”, sostiene Andras Uthoff en entrevista con La Nación de Argentina

“Aún con las rentabilidades y con los stocks de ahorro acumulados en las AFP, las pensiones eran muy pequeñas y el 44% quedaban bajo la línea de pobreza y el 79% bajo el salario mínimo”, detalla.

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El economista chileno Andras Uthoff, experto en desarrollo y financiamiento de políticas sociales, doctor en Economía por la Universidad de Berkeley. Fue director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL durante más de 18 años y en entrevista con La Repregunta de La Nación de Argentina abordó la situación de las pensiones en Chile.

La Nación trasandina destaca que Uthoff es uno de los cerebros que asesora al Presidente Gabriel Boric en la reforma del sistema de pensiones organizado hace décadas en torno al mercado de administradoras de fondos de pensiones y la capitalización individual y que hoy es unos de los ejes clave de los debates que atraviesan la sociedad chilena. Las AFP generaron ahorros por 300 mil millones de dólares, 100 mil aportados por los trabajadores y 200 mil obtenidos como renta y, sin embargo, se plantea una reforma. ¿Por qué? ¿Cómo será el sistema que plantea Boric?

“Los estudios de la OCDE demuestran claramente que los fondos públicos de pensiones como los de Canadá o Noruega tienen rendimientos muy superiores a los que han tenido las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP) en Chile”, argumenta.

“Aún con las rentabilidades y con los stocks de ahorro acumulados en las AFP, las pensiones eran muy pequeñas y el 44% quedaban bajo la línea de pobreza y el 79% bajo el salario mínimo”, detalla. “Este debería ser un debate técnico más que ideológico. El tema ideológico surge por las diferencias entre quienes manejan una industria lucrativa y quienes son los afiliados que perciben las pensiones”, sostiene. “Cuarenta años después, las pensiones no son de buena calidad, dejan mucha gente excluida y la industria sigue ganando buenas utilidades”, desarrolla. “No cuestiono la capitalización per se sino la capitalización en cuentas individuales porque, en ese caso, se pierde toda la solidaridad”, aclara. “Efectivamente, en el caso chileno, a través del ahorro previsional de largo plazo de los trabajadores, se pudo hacer lo que se llama la profundización del mercado de capitales. Se ha desarrollado un mercado de capitales bastante interesante en el caso chileno, eso es cierto. Ahora, ése no es el objetivo de un sistema de pensiones”, explica. “Tenemos que lograr las dos cosas: cómo seguir manteniendo la profundidad del mercado de capitales y su eficiencia y mejorar las pensiones de los pensionados pero no a través de la capitalización individual”, agrega. “Tuvimos buenos resultados en materia de acumular ahorro, es decir, en materia de desarrollar mercado de capitales pero no respecto a la calidad de las pensiones”, argumenta. “Un sistema de pensiones es parte de la seguridad social y como tal, tiene que tener solidaridad para aquellos que están con problemas para ahorrar y financiar su pensión”, afirma.

“No estamos eliminando todo el sistema actual ni estamos yendo contra el desarrollo del mercado de capitales. Al contrario, lo estamos tratando de fortalecer mejorando las prestaciones para que todas las personas puedan acceder a pensiones de calidad en forma asequible”, sintetiza sobre las reformas que imagina el presidente de Chile, Gabriel Boric, para el sistema previsional de su país.

Este debería ser un debate técnico más que ideológico. La razón de porqué es ideológico en el caso chileno es muy sencilla. Porque desde 1981, lo que se instauró en Chile no fue un sistema de pensiones ligado a la seguridad social. Lo que se instaló bajo el alero del neoliberalismo y la fuerza de un régimen de facto fue un mercado de ahorro de largo plazo. En estos 40 años, como los sistemas demoran en madurar, ha habido una industria en torno a este mercado muy rentable y cuyas utilidades y ganancias no tienen que ver con la calidad de las pensiones. En consecuencia, el tema ideológico surge por las diferencias entre quienes manejan una industria lucrativa y quienes son los afiliados que perciben las pensiones. Ahí está la ideología pero en sus aspectos técnicos, el debate es muy parecido al debate en la Argentina y otros países. Hay un envejecimiento de la sociedad y tenemos que hacernos cargo, sostiene Andras Uthoff.

El mercado de las AFP. ¿Cuál es el rol del Estado?

-Lo que usted plantea es cuál es el rol del mercado versus el rol del Estado en un sistema de pensiones justo y equitativo. En el sistema chileno que rige desde 1981, ¿hay algún rol dado al Estado?

-Hasta antes de 1981, el rol del Estado era muy pequeño. Más bien se pensó que el hecho de tener incentivos en el sentido de que la cuota que iba a la seguridad social pasaba a ser propiedad del afiliado y él podía intermediar en un mercado de administradoras de fondos de pensiones iba a ser lo suficientemente interesante como para que la gente participara del sistema. Pero no dio los resultados esperados. Cuarenta años después, las pensiones no son de buena calidad, dejan mucha gente excluida y la industria sigue ganando buenas utilidades. Hay una disociación entre la lógica de eficiencia o rentabilidad que puede tener una industria vinculada al sistema de pensiones y los afiliados que son los que debieran beneficiarse con buenas pensiones. Ahí viene el debate ideológico pero, como te digo, el tema central es técnico y es lo que estamos tratando de resolver ahora.

-Desde la mirada de un presidente como Gabriel Boric, que está ubicado en la centro izquierda, quedan muy claros los cuestionamientos que usted señala. Pero un gobierno como el de Sebastián Piñera, ¿qué veía de cuestionable en el sistema que necesitara cambiarse? Porque, por su posicionamiento ideológico, es, al contrario, un defensor del mercado y del libre mercado.

-En el primer gobierno de Michelle Bachelet se hizo la Comisión Marcel, por nuestro actual ministro de Hacienda (Mario Marcel). En ese entonces, producto de la Comisión, surge una intervención del Estado en el sistema que fue el Pilar Solidario, que le ha permitido subsistir hasta ahora porque le ha dado prestaciones a quienes no tenían acceso. Y con la Comisión Bravo, que se hizo también en el gobierno de la doctora Bachelet, surgieron medidas de corto plazo adecuadas al sistema pero también tres alternativas de cambio. Una era mantener el sistema como está ahora con un poco más de solidaridad. Otra era evolucionar a un sistema mixto, que es lo que está tratando de hacer ahora el gobierno de Boric. Una tercera era volver a un sistema de reparto como se hacía en Polonia. El gobierno del presidente Piñera no hizo gran cosa por reformar el sistema estructuralmente. Más bien lo que hacía era reforzarlo. La discusión en el Senado no dio resultado durante su presidencia. Y a nosotros nos convocó para debatir el proyecto del presidente Piñera la parte más social democrática, que iba más hacia un modelo mixto que el que estaba proponiendo Piñera.

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