viernes, noviembre 22, 2024

La Mala Política: La DC y RN quieren -vía cuoteo- hacerse de los escaños del cuestionado Tribunal Constitucional pero… les salió el tiro por la culata

La "jugada" o más bien jugarreta de los decé y erreene falló porque recién el 18 de marzo se pueden nombrar los reemplazantes que dejan sus cargos en el TC y recién ahí Gabriel Silber y Gonzalo Fuenzalida.

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Hace rato que el Tribunal Constitucional se transformó en un estanco de los partidos políticos y sus componente son cuoteados por los partidos y ahora se abren dos cupos que ya están «reservados» para la diezmada DC y para RN, cuyas cúpulas han designado como candidatos a los derrotados diputados -derrotados porque perdieron la reelección-  Gonzalo Fuenzalida (RN) y Gabriel Silber (DC), quienes dejarán la Cámara este 11 de marzo, dejando en evidencia que las malas prácticas (el cuoteo), la falta de ética y de sentido común de los políticos sigue intacta ya que no han logrado entender nada tras el estallido social que en parte se originó por el repudio generalizado a la autollamada «Clase Política» y al Congreso en particular que es una de las instituciones peor evaluadas por la gente.

Resulta que el TC debería ser integrado por abogados expertos, sin ataduras que pudieran influenciar sus decisiones o bien favorecer a los intereses que representan y la realidad es que esto no ocurre, porque los ministros del TC son políticos militantes y con un costo para el estado multimillonario porque el sueldo de estos ministros según informe del propio TC a 2020 era de $9.431.234.- Sueldo de María L. Brahm también cuoteada y premiada por Piñera que la colocó en ese puesto.

Pero la «jugada» o más bien jugarreta de los decé y erreene falló porque desde el punto administrativo y de la legislación, no correspondía que este Congreso realizara el nombramiento, puesto que este viernes termina el periodo legislativo y además, el próximo 18 de marzo termina el periodo de los actuales jueces que deberán ser reemplazados, por lo que aún hay tiempo para su nominación, es decir lo que buscaban Silber y Fuenzalida no era más que «asegurarse» los escaños aprovechando la «solidaridad» parlamentaria para que obtuvieran este premiazo de consuelo.

Lo anterior a redundado en críticas permanentes a este órgano que debiera ser colegiado por ser una verdadera tercera cámara. Así las cosas, la duda que surge en este momento son idóneos para el cargo estos «brillantes» diputados o serán meros «facilitadores» para los sectores que representan y no necesariamente ser expertos que velen por salvaguardar lo que estipula la Constitución

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