Ante la crisis hídrica que atraviesa el país y el problema que ello conlleva tras más de una decena de años de sequía, el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, continúa avanzando en un plan de contingencia que contempla el racionamiento de agua y donde el sector oriente sería el primero en enfrentarlo por ser el que más agua consume por habitante.
Así lo expresa Orrego en una entrevista con al Diario Financiero, en donde señala que avanza la ordenanza solicitada en enero y que establecerá los días, volúmenes y el número de potenciales clientes que se verían afectados por un eventual racionamiento hídrico.
“Es muy probable que tengamos un racionamiento leve, otro moderado y uno estricto. Es decir, tres niveles que van a señalar cada cuánto tiempo se da el racionamiento, y cuál va a ser la cobertura. No es lo mismo hacer un racionamiento cada 12 días en tres comunas, que hacerlo cada cinco días en toda la región. Y eso va a depender de estos umbrales que debemos definir con las autoridades”, explicó la autoridad regional.
Además, Orrego sostiene que es “muy probable que el sector más vulnerable y el que primero pueda tener un racionamiento es el sector oriente, que además coincide con ser el que más agua consume por habitante”.
Asimismo, sostiene que si no llueve en invierno y se mantiene el déficit hídrico “uno no puede descartar no sólo racionamiento en el sector oriente, sino también para toda la ciudad. Y eso es de máximo nivel crítico”.
El gobernador sostiene que el plan de racionamiento aún no está definido, pero se está analizando si se contemplarán algunas horas o un día completo y es “muy probable que en un primer nivel de racionamiento básico sea cada 12 días; un segundo nivel sea cada seis días; y un nivel mayor sería cada seis días, pero para toda la región. Las variables son: cada cuánto tiempo, cuánto rato y cuánta gente”.
Orrego también pidió a los santiaguinos a cambiar la conducta del uso de agua, ya que “funcionamos como si el agua sobrara, hay cero conciencia. Mientras en muchos países se cuida el agua como hueso santo, aquí se bota como agua de excusado. Entonces tenemos que hacer una campaña de concientización, tenemos que cambiar ordenanzas municipales para restringir los usos de agua, y cambiar el tipo de espacio público que estamos construyendo”.
El gobernador también plantea la necesidad de usar “aguas grises” como se hace en otras partes del mundo, puesto que “si llevamos 13 años de sequía, deberíamos estar hace mucho tiempo ocupando aguas grises, y nos las usamos. Acá tenemos un desafío gigantesco, me atrevería a hablar de una “revolución hídrica””.