Una barrera de 1.200 kilómetros cuadrados de hielo que contenía el avance hacia el mar del glaciar Conger ubicado en la Tierra de Wilkes, al este de la Antártica, se desintegró la semana pasada después de una inusitada ola de calor que subió la temperatura de esa zona cerca de 40 grados.
«La plataforma de hielo Glenzer Conger presumiblemente había estado allí durante miles de años y no va a volver a estar allí», dijo el científico de hielo de la Universidad de Minnesota Peter Neff.
El problema no es la cantidad de hielo perdida en este colapso, dijeron Neff y Walker. Es insignificante. Pero se trata más bien del lugar donde ocurrió.
Neff dijo que le preocupa que las suposiciones anteriores sobre la estabilidad de la Antártida Oriental puedan no ser tan correctas. Y eso es importante porque el agua congelada en la Antártida Oriental, si se derritiera -y eso es un proceso que dura milenios, si no más-, elevaría los mares de todo el planeta más de 50 metros. Es más de cinco veces el hielo de la más vulnerable capa de hielo de la Antártida Occidental, donde los científicos han concentrado gran parte de sus investigaciones.