Por: Mathias Körtge, Business Development de KLog.co
Hace unos días atrás se dio a conocer que el índice compuesto del World Container Index (WCI) de Drewry, disminuyó un 3,8%, siendo la primera vez que el WCI queda por debajo de los US$9.000/FEU desde el 29 de julio del año 2021. Cifra que a primeras luces pareciera ser un oasis en medio del desierto, ya que hace mucho no veíamos que las tarifas de los fletes marítimos presentaran una disminución, pero desde niveles históricamente altos.
Para responder por qué se produjo esta baja es importante entender primero por qué subieron, y en este sentido son dos los factores principales que incidieron en ello. Uno tiene que ver con la incertidumbre e inestabilidad que provocó el COVID, y el otro, con una demanda agregada disparada por políticas fiscales expansivas en casi todos los países del mundo debido a la crisis sanitaria también. Ahora bien, por estas fechas históricamente solemos presenciar cierta baja en el valor de los fletes que se produce principalmente, después del feriado chino, la demanda de navidad y algunas negociaciones globales entre navieras y sus principales clientes.
Una baja en los precios no es necesariamente una buena señal a nivel macroeconómico, ya que, si es atribuida a una baja en la demanda agregada, significa que probablemente haya presiones inflacionarias que la provoquen, lo que se traduce en un menor poder adquisitivo, equivalente a menos ventas para los importadores, por ende, menos importaciones, y así se produce un ciclo virtuoso, que termina por bajar más aún el precio de los fletes. Y aquí es donde se produce un fenómeno muy importante a tener en consideración, ya que no es necesariamente bueno para los importadores que las tarifas caigan mucho.
Ahora bien, si abordamos el tema desde otra teoría, y si somos capaces de aumentar la competitividad traspasando los menores costos de transporte a nuestro producto final, aumentaremos el poder adquisitivo, impulsando el consumo y las ventas, lo que provocará una mayor demanda por los productos que importamos. Todo ello se traducirá en más órdenes de compra a países productores, y por ende más contenedores en el agua, lo que provocará un círculo virtuoso «positivo». Pero ¿A costo de fletes más altos? No sabemos.
Dada la situación internacional es muy difícil poder hacer pronósticos más precisos, ya que como vemos todo tiene más de una perspectiva y es justamente la manera en que estos factores conversan e interactúan entre sí la forma en que se determina, en este caso, el precio de un flete. Por eso en KLog.co buscamos contribuir a recopilar la mayor cantidad de data posible, primero para entregarles a nuestros usuarios datos confiables que influyen en sus procesos de importaciones, y segundo, crear modelos predictivos basados en data histórica que permitan agregar estabilidad, seguimiento y visibilidad a la industria de la logística y el transporte marítimo.