Más de una década de sequía, inviernos fríos y sin lluvia, aceleramiento del calentamiento global y la falta de conciencia oficial y ciudadana ante esta problemática le pasarán la cuenta rápidamente a Chile que se está secando y recién ahora hay tibios mensajes de preocupación de las autoridades de turno que cuando llegaron al poder su única meta era el «crecimiento económico» a todo evento, como si este crecimiento económico generara agua o mejor calidad de vida real, y amentablemente ha quedado demostrado lo contrario.
“Estamos en la situación hídrica más compleja que hayamos tenido desde que tenemos registro», ministro Alfredo Moreno el 20 de enero 2022.
El pasado 8 de febrero -tal como lo publicó Infogate.cl– ESVAL, la sanitaria de la Región de Valparaíso, publico: “Reporte de Esval revela impacto de la mega sequía en el estado de los principales embalses”, el que evidencia la gravedad de la sequía que afecta a la zona centro del país por más de una década y cuya situación aún no es asumida pora las autoridades locales y menos por los ciudadanos que en este época estival hasta quintuplican el consumo de agua.
Este domingo se conoce la dramática situación en la Región de Atacama: el Embalse Tierra Amarilla, por primera vez desde 2017, no cuenta con agua ya que el Tranque Lautaro se encuentra seco.
Miguel Vargas, gobernador de Atacama, señaló que «evidentemente facilitaría que se destinen recursos de fondos de emergencias para apoyar a los pequeños agricultores. Inversiones que se pueden materializar con rapidez, por ejemplo, planes de limpieza de canales, seguir potenciando el trabajo que se hace de ‘baipasear’ las aguas para evitar que lleguen al embalse y sean conducidas directamente a los canales de regadío«.
En Valparaíso, el Embalse Peñuelas acumula 170 mil metros cúbicos, lo que representa un 0,2% de la capacidad total de una infraestructura que antes era una de las principales proveedoras de la zona.
Un poco más al sur en la Región del Maule, otrora gran productora de arroz, egumbres y otros alimetnos, tiene la misma suerte: SECA. El presidente de la Junta de Vigilancia del Río Maule, Carlos Díaz, alertó que desde abril 13 mil regadoras no tendrán reservas para los cultivos.
«La complicación más grande va a ser en el mes de abril en adelante, para todo lo que es los frutales, praderas, ganadería, porque ahí ya nos van a quedar recursos para poder seguir regando. A eso hay que sumarle lo que viene para la próxima temporada; si no tenemos más de 800 milímetros de pluviometría, más de cuatro metros de nieve, la verdad va a ser una catástrofe porque ya no vamos a tener agua en los embalses, que nos puede servir para mejorar la consigna para la próxima temporada«, indicó Díaz.
Cota mil sin agüita
En la Región Metropolitana, las comunas más ricas de Chile estarán a merced de la sequía y con ello su adorada plusvalía se irá a pique, tal como lo informó el propio Ministerio de Obras Públicas el pasado 20 de enero.
Las comunas de Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura presentan un relevante incremento estacional de su consumo hídrico durante el verano, aumentando hasta en un 80% a lo registrado en el invierno; y este domingo la Municipalidad de Vicatura volvió a advertor que podría haber razonamiento en el caso de que no se pueda extraer agua desde el Río Mapocho.
«Cuando uno analiza quién consume el agua en Vitacura, solo un 10% es consumo municipal de nuestros parques. Nosotros podemos hacer mucho, pero no vamos a mover la aguja, pero sí, si educamos y fiscalizamos vamos a hacer menos consumo en la comuna entera. Los hogares tienen que hacer su pega, porque representan el 72% (de consumo), y cuando uno mira los consumos de los hogares en Vitacura es muy superior al promedio nacional«, señaló la alcaldesa Camila Merino.