Este instrumento busca medir el nivel de preparación de las organizaciones y sus líderes para la Transformación Digital en base a seis dimensiones: Visión, Cultura Organizacional, Experiencia del Cliente, Compromiso del empleado, Conocimiento basado en Datos y Tecnología.
Al momento en que una empresa se enfrenta al proceso de transformación digital, puede generar nerviosismo e incluso rechazo por parte de los colaboradores, pero de nada sirve dar la espalda a esta nueva realidad. Ya que este es un proceso donde las organizaciones reestructuran los procesos, adoptando una cultura más digital.
Para Patricio Delgado, Gerente General de Augure, consultora especializada en transformación digital y gestión del cambio, “la transformación digital demanda que las empresas estén capacitadas, se auto motiven y además que se responsabilicen por su propio aprendizaje y preparación. Lo mismo se espera de sus empleados y la preparación de éstos hacia un futuro cada vez más digital. Los líderes empresariales deben practicar lo que predican. Las empresas deben dar el salto para ser organizaciones más rápidas, simples, eficientes, digitales y humanas”.
Lo que queda claro con esto, es que a la empresa aún no están del todo preparadas para este cambio, ya que recién se encuentran comenzando a desarrollar sus proyectos de transformación digital, pero todavía no conocen cómo llevarlos a buen puerto.
Con estos desafíos en mente, llega DTI, una evaluación del Índice de Transformación Digital, representada en Chile por Augure. Donde el propósito de esta evaluación es medir el nivel de preparación de las organizaciones y sus líderes para la Transformación Digital en base a seis pilares:
– Visión a futuro: Crear una visión efectiva es de suma importancia para el éxito corporativo. La visión debe ser audaz, motivacional y establecer claramente en lo que la compañía pretende convertirse.
– Cultura organizacional: Para que una empresa logre los resultados de negocios deseados, la visión debe mostrar consistencia entre lo que se piensa y cómo se actúa en la organización. Cada empleado debe entender la visión y ser responsable de contribuir para que esta se cumpla.
– Experiencia del cliente: Los esfuerzos de los empleados deben invertirse en satisfacer al cliente. “El cliente es lo primero” debe ser una parte fundamental de la cultura. El trabajo de todos los equipos debe de tener como prioridad entender, apoyar las necesidades y resolver los problemas del cliente.
– Compromiso del empleado: No sólo los empleados comprometidos conducen a clientes más felices, sino que las empresas con una estrategia centrada en los empleados y vinculada a resultados superan significativamente a sus competidores en crecimiento, ingresos, cuota de mercado, rentabilidad e innovación.
– Conocimiento basado en datos: Un entendimiento profundo de los clientes de la empresa viene de conocimientos basados en datos. Una organización digitalmente transformada tiene una cultura y estilo de liderazgo que se apoyan en los datos, análisis avanzado y sistemas de retroalimentación integrados para encontrar continuamente nuevos conocimientos y desarrollar las estrategias de acuerdo con los mismos.
– Tecnología: La transformación digital requiere de un compromiso con la tecnología, su entendimiento y su implementación. El saber cómo maximizar la tecnología como un factor diferenciador, en lugar de verlo como un centro de costos, es la fase final y crucial del rompecabezas. Este ecosistema integral solamente puede venir del alineamiento de la tecnología con los otros cinco elementos del modelo (Visión, Cultura Organizacional, Experiencia del Cliente, Compromiso del Empleado y Conocimiento basado en Datos).
Siguiendo estos seis pilares fundamentales, podrás saber si tu empresa, tú y tus colaboradores cuentan con la preparación adecuada para seguir y acelerar el proceso de transformación digital.