- Durante 2021 se registró un aumento del 380 % de hectáreas quemadas respecto al año anterior, lo cual afecta directamente los nutrientes presentes en la superficie y provoca su erosión.
- Innovación chilena permite acelerar el proceso de mineralización y estabilización del Ph del suelo, lo cual es clave en el proceso de recuperación de la vegetación del área quemada.
Tierra del Fuego ha sido una de las zonas más afectadas por incendios forestales en esta temporada, con un daño supera las 1.000 hectáreas. Y no sólo eso, el fuego ha puesto en riesgo al Parque Natural Karukinka, el cual contiene reservas de carbono de aproximadamente tres años de Gases de Efecto Invernadero del país.
Es una realidad. Cada vez que ocurren estos episodios, o varios focos de manera simultánea, las emergencias se toman la agenda, generándose todo un debate en torno a su control, las causas y las consecuencias. La atención, en este sentido, suele estar en los perjuicios visibles generados a las especies nativas, los bosques o las personas que habitan el lugar, cuando se trata de una zona urbana, sin embargo se deja de lado un factor central que sustenta todo lo anterior: los suelos.
Lo cierto es que los incendios forestales arrasan con todo a su paso y perjudican la capa superficial de la tierra, que es donde hay mayor cantidad de materia orgánica y donde se producen gran parte de los procesos ecológicos. “Los nutrientes se pierden por la acción del fuego, lo cual es aún más grave cuando estos se producen en terrenos en pendientes, ya que se pierde la cohesión del suelo y hay riesgos de deslizamientos con lluvias e incluso con vientos. En definitiva, no sólo muere el material vegetal, sino también insectos y lombrices que juegan un rol en descomponer la materia orgánica”, asegura Jadille Mussa, Académica de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central.
Lo importante es considerar que siempre hay formas de recuperar su fertilidad, existiendo opciones más costosas que otras, lo cual va a depender de las condiciones del lugar y de lo que había previo a la emergencia en esa zona. “No es posible estimar un tiempo específico esta recuperación puede darse, ya que hay suelos más o menos profundos y el plazo para cada uno será diferente. Si el objetivo de ese terreno es producción agrícola, por ejemplo, demorará más en retomar sus condiciones normales y productivas”, enfatiza la experta.
Considerando lo anterior, y que durante 2021 la superficie de hectáreas quemadas en el país aumentó más de un 380%, la compañía nacional Tequia desarrolló una innovación, denominada TCAS SG, que no sólo disminuye a la mitad el tiempo necesario para la extinción de incendios, sino que además continúa actuando tras controlarlo para recuperar los suelos dañados. “La afectación del terreno producto de un incendio forestal es un tema complejo, siendo mayor o menor el impacto dependiendo de la cantidad de episodios producidos en la misma zona en cortos periodos de tiempo. Lo más potente del TCAS SG es que actúa en forma directa al tomar contacto con la materia orgánica quemada durante los incendios forestales, acelerando el proceso de mineralización y normalizando el Ph del suelo de importancia en el proceso de recuperación de la vegetación del área quemada”, aseguró Iván Vega, CEO de Tequia.
El agente extintor, que puede ser aplicado diluido en agua por carros bombas, aviones, helicópteros, con mochilas forestales o simplemente introduciendo la solución al interior de un extintor, ya es parte de las acciones de CONAF en Chile y ha permitido también a combatir incendios de alta envergadura en la amazonia de Brasil y Paraguay.