La crisis sanitaria obligó a las escuelas a repensar las clases y adoptar nuevas medidas como la modalidad online, pero con la consecuencia de modificar el proceso de aprendizaje para los niños y niñas que están comenzando a leer y escribir.
Al inicio de marzo del año 2020 los colegios cerraron y los niños y niñas comenzaron un nuevo año escolar de manera online, esto siguió en 2021, donde los alumnos tuvieron que acostumbrarse a esta nueva realidad de estudiar desde casa. A esto se sumó, una nueva modalidad, que tomó por sorpresa a alumnos, padres y profesores: Las llamadas clases híbridas.
¿Te imaginas haber aprendido a leer y escribir durante la pandemia? Este es el caso de miles de niños que ingresaron a su primer ciclo de estudio, donde se generan estas habilidades y se adquieren las capacidades para una futura buena comprensión lectora, parte esencial en la formación de los escolares y que implica varios desafíos: decodificar y reconocer las palabras que se encuentran en el texto, utilizar estrategias de lectura, conocer los propósitos de ésta y lograr representar lo que el autor pretende comunicar.
Para Irma Ibarra, Directora de Contenido de Beereaders , empresa EdTech, creada en Estados Unidos y conformada por especialistas de todo Latinoamérica, que busca mejorar la comprensión lectora de escolares dándoles acceso a una amplia gama de textos,la modalidad híbrida solo dejó al descubierto los grandes huecos que ya habían en las escuelas en materia de formación de lectores: falta de tiempo, un plan estructurado para el desarrollo de la comprensión lectora y de buenos materiales para que los niños lean.
Además, Ibarra señala que “se debe tomar en cuenta que cuando las condiciones materiales y emocionales de los niños cambian y ellos se enfrentan a un entorno incierto, también cambian las capacidades de concentración y por lo tanto, las condiciones para aprender mejor. La pirámide de Maslow demuestra que la jerarquización de las necesidades es fundamental para asegurar bienestar y condiciones idóneas para el aprendizaje, sin embargo, mucho ayuda contar con un plan de acción estructurado que tome en cuenta estos cambios y que sin importar el contexto, se asegure haya el seguimiento y monitoreo de los alumnos”.
Pese a que con el pasar del tiempo hemos ido teniendo una mayor cantidad de libertad en nuestra vida diaria, aún es pronto para que se vuelva totalmente a la presencialidad y sobre todo con el reciente aumento de casos, es por eso que, se deben tomar medidas para que las clases híbridas ayuden a los alumnos a rendir de igual manera a la que se hace de forma presencial. Es por esto que Irma Ibarra nos da unos consejos:
- Para mejorar la comprensión lectora en la modalidad híbrida, será fundamental tener un plan con metas claras: preguntarnos a dónde queremos llegar y cómo lo queremos lograr.
- Los proyectos de lectura en la escuela deben pasar de ser un conjunto de buenas intenciones a un plan medible, alcanzable y mejorable.
- Una vez que tengamos claro qué queremos lograr y en qué tiempo queremos hacerlo deberemos seleccionar la mejor estrategia; en un contexto híbrido lo mejor será estructurar actividades que se puedan llevar a cabo dentro y fuera de la escuela.
En ese sentido la tecnología juega un papel fundamental, ya que con diversas herramientas podemos identificar si los alumnos están leyendo, cuánto y cómo lo están haciendo. “Por ejemplo, los reportes de uso de las plataformas nos pueden levantar focos rojos sobre alumnos que no se están conectando a las actividades que hemos dejado, es decir, identificar a tiempo a los estudiantes de baja participación. Es fundamental tener ese control en clases híbridas por los altos niveles de deserción escolar que ha habido en los últimos dos años; en este tema está comprobado que la deserción escolar inicia con el ausentismo y baja participación, es decir, con la invisibilización de los alumnos que más tarde simplemente dejan de ir a la escuela”, agrega la especialista.
Beereaders pone el foco en aspectos fundamentales para cualquier proyecto de lectura, como la entrega de materiales de lectura atractivos y acorde a los niveles e intereses de los alumnos; metodología clara y adaptativa que acompaña al niño desde el nivel en el que se encuentra para que los profesores logren identificar avances y áreas de oportunidad de sus alumnos, tanto en la comprensión lectora como en los tiempos de conexión a la aplicación.
Es por esto que con estos tres pilares: gusto, seguimiento y plan de mejora, las escuelas y los docentes tendrán la base para asegurar la comprensión lectora de los alumnos y así poder guiarlos y enseñarles lo necesario para seguir con la vida escolar.
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