Se terminan las vacaciones y, después de algún tiempo de modelo híbrido entre asistencia presencial y telemática, los niños y adolescentes volverán a clases en marzo, lo que de seguro contribuirá a su desarrollo socioemocional y rendimiento académico.
El 100% de los colegios a nivel nacional recuperarán las clases en modelo presencial en marzo, de acuerdo a lo decretado por el Ministerio de Educación (MINEDUC). Sin embargo, ha quedado de manifiesto que la pandemia impactó en el avance y desarrollo integral de los alumnos. “Los confinamientos forzosos que vivieron los niños durante estos dos últimos años han llevado a algunos estudiantes a incrementar sus deficiencias educativas al no tener el seguimiento diario de sus profesores. Por ello, este año más que nunca, es conveniente afianzar o reforzar sus conocimientos, sobre todo en las asignaturas esenciales para su formación: las matemáticas y la comprensión lectora”, comenta Javier Arroyo, cofundador del método Smartick, plataforma de aprendizaje virtual para niños de 4 a 14 años.
Como manera de contribuir a que el regreso a la “nueva normalidad” de los niños sea lo más paulatina y saludable posible, los expertos de Smartick entregan las siguientes recomendaciones para hacer de esta una nueva etapa:
- Practicar conceptos matemáticos en la vida diaria: preparar los ingredientes de la comida para calcular las cantidades en función de los comensales; ir de compras al supermercado y calcular la cantidad de los productos, costos y aprender a recibir el cambio. A través de la gamificación impulsada por los padres, identificar figuras geométricas en la calle, en edificios, avisos publicitarios, revistas o hasta en el transporte público.
- Elegir un libro que le interese al niño y fijar una rutina de lectura: Si son muy pequeños, la lectura en compañía de los padres es un gran motivador para incentivar los buenos hábitos de lectura.
- Solo 15 minutos de matemáticas y/o comprensión lectora: De acuerdo a los expertos este tiempo es suficiente para ejercitar el cerebro, que se debe entender como cualquier músculo del cuerpo que necesita de entrenamiento diario para estar en forma.
- Motivar a los más pequeños a través de las ventajas de ir al colegio: Decirles que volverán a compartir experiencias con sus compañeros, pasarán tiempo en los recreos jugando con ellos, retomarán asignaturas que no han podido seguir desde casa como educación física, música o dibujo.
- Realizar un diagnóstico al inicio de año: Esto permitirá a los profesores identificar el nivel de los estudiantes para saber con exactitud los conocimientos que recuerdan, los aprendizajes interiorizados y fijar un itinerario formativo acorde al mismo, a la vez que intentan cumplir con el currículo previsto para el nuevo año. De esta manera los niños podrán iniciar sus clases y deberes escolares con mayor confianza.
Según Arroyo, además de matemáticas y lectura, es básico que los niños dominen un segundo idioma como mínimo y desarrollen habilidades sociales o trabajo en equipo, más allá de los conocimientos técnicos propios de las materias que reciben.
Lo cierto es que el regreso a clases no debe ser traumático para los menores y es por ello que los padres juegan un papel fundamental en el acompañamiento para que vuelvan a adaptarse a su entorno académico de manera presencial, para retomar sus hábitos de horarios, comidas y tareas. Integrar gradualmente la práctica de contenidos del año anterior es una buena forma de que los niños no sientan ansiedad de volver a clases. “En Smartick ofrecemos a cada estudiante lo que necesita y a su ritmo, gracias a la IA integrada, de esta forma el alumno fortalece los conocimientos aprendidos en clase o se refuerzan algunos conceptos básicos para seguir avanzando y no quedarse “rezagado” de los demás niños”, concluye Arroyo.