viernes, noviembre 22, 2024

Amarillos: el nombre despectivo con que se le llamaba a la DC que ahora intentan dignificar los decé de derecha: Cristián Warnken es el palo blanco que hace cabeza de este movimiento anti CC

"Queremos que muchos chilenos que hoy se sienten huérfanos políticamente, sepan que los Amarillos estamos aquí y ahora, en este momento decisivo de nuestra historia", sostienen 81 firmantes que alguna vez etentarron poder y poca gloria.

Debe leer

El viernes salió de la cocina de los autoexiliados de la DC un documento que circuló rápidamente bajo el título de «Amarillos por Chile» y que trae a la memoria el viejo mote o sobrenombre con que se les llamaba justamente a los decé por ser tibios, poco claros, poco definidos en temas políticos, por ser ni «chicha ni limoná» es decir «AMARILLOS» y que hace de «líder» o más bien de palo blanco el columnista mercurial Cristián Warnken.

Entre los integrantes de estos «insignes» reyes del amarillismo figuran: Soledad Alvear Valenzuela, Gutenberg Martínez Ocamica, Jorge Burgos Varela, Mariana Aylwin Oyarzún, Ignacio Walker Prieto, Patricio Walker Prieto, Sebastián Pavlovic Jeldres, Vivianne Blanlot Soza entre otros y cuyo lazo común es que fueron de esa élite que detentó el poder y que ahora no quiere darse cuenta que ya no son ifluyentes y no tienen ese poder que tanto añoran.

En su amarillo manifiesto estos exdecé sostienen: «Esta es nuestra primera declaración, pero no será la última. Queremos que muchos chilenos que hoy se sienten huérfanos políticamente, sepan que los Amarillos estamos aquí y ahora, en este momento decisivo de nuestra historia. El amarillo es uno de los colores fundamentales de la primavera y eso es lo que queremos para Chile, no una regresión ni un salto al vacío. Invitamos a todos los espíritus libres y democráticos a sumarse a esta iniciativa sin complejos, ni miedo, ni desconfianza. Esta es la hora del coraje, no de la cobardía ni de la renuncia. Invitamos especialmente a los jóvenes a soñar con nosotros un futuro amarillo, a cultivar el coraje amarillo, la pasión por lo posible. Somos más, únete a nosotros y que la bandera amarilla flamee en el cielo de Chile en estos meses decisivos que viene».

En su esrito los señores y señoras amarillos aseguran: «Las grandes tragedias en nuestro continente y en el mundo entero han ocurrido cuando los amarillos hemos sido acallados ** o no hemos levantado con convicción suficiente nuestra voz (como ante la legitimación de la violencia política, por ejemplo), acomplejándonos ante quienes gritan más y construyen una versión de la realidad como un relato maniqueo, que divide el mundo entre buenos y malos y ofrecen soluciones simplistas a problemas complejos».

**NE: Resulta curioso que estos señores digan que las grandes tragedias (políticas creemos) se han dado porque los «amarillos han sido acallados», pero no es cierto, ya que, por ejemplo en Chile, fueron los amarillos los que no escucharon, no dialogaron y no evitaron el quiebre institucional de 1973, porque esos amarillos negaron el diálogo que hoy claman, y todo por el mezquino cálculo político de hacerse del poder una vez que cayó el régimen del Presidente Allende; entonces, ¿qué confianza da este grupúsculo, que hace poco apoyaba a otro amarillo disfrazado de derecha como Sebastian Sichel?, es decir son los mismos exdecé que llorán desconosolaamente porque no tienen participación en el poder, lamentablemente parece que Cristián Warnken es un buen nombre, un ben gancho para «cazar a incautos» de esta operación de los decé de derecha y de algunos descolgados que han hecho de la política un gran negocio.


Estos amarillos aseguran que: «Hoy enfrentamos el peligro de lo que alguien ha llamado “estallido institucional”, cuando se vislumbra la posibilidad de que la Convención Constitucional, en vez de ofrecerle al país una Constitución que nos incluya a todos y ayude a construir un pacto social, nos lleve a un callejón sin salida que empuje a muchos de los que votaron “apruebo” y quieren que el proceso constitucional resulte, a quedar sin otra opción posible que la de oponer un “No” a una Constitución que no nos represente a todos».

- Publicidad -
- Publicidad -spot_img

Lo más reciente

El Tratado de Paz y Amistad de 1984: Más allá de una simple tormenta

Por: Cristián Parada Bustamante, abogado y autor de "Volverán sin ser los que partieron" Corrían los últimos días antes...

Los destacados del día