El senador Juan Castro efectuó una dura y ácida crítica al comportamiento de la centroderecha el último tiempo, especialmente pensando en lo que fue su errático comportamiento de cara a las elecciones presidenciales que terminaron con su derrota en primera vuelta.

En conversación con el programa “Las Cartas sobre la Mesa” de Infogate, el parlamentario independiente por la Región del Maule, lanzó sus dardos contra los egos de las dirigencias de los partidos, su absoluta falta de acuerdos para llegar a un candidato presidencial de real consenso que satisficiera a todas las tiendas de Chile Vamos y que fuera un genuino representante de la esencia del sector, y la falta de conexión con la realidad de la ciudadanía.

Las críticas no se produjeron gratuitamente. De hecho, luego de tres años de militancia, Castro renunció a Renovación Nacional el pasado 11 de marzo de 2021, afirmando en aquel momento que en la tienda política no tuvieron “la fuerza ni los pantalones para poder decirle al Presidente los errores que está cometiendo”.

Malos y desorganizados comunicadores

“Los egos son muy fuertes en la centroderecha”, subraya casi un año después el senador, para luego sostener que “tenemos un partido como la UDI, muy dura, muy sectaria, muy dueña de la verdad”.

Por el contrario, destaca que “en Renovación (Nacional), la gente entendemos mejor el sentido de una clase media”, aunque hace hincapié en “que nos escuchan poco y esos son los temas como candidatos presidenciales, conversar con los movimientos sociales, con los pescadores, los agricultores, entender lo que hoy día significa la agricultura, defender las tradiciones que son tan propias de la gente de campo; esos temas se ven poco, no se perciben como –llamemos–organizaciones políticas; el tema de los estudiantes, entender lo que está pasando con la educación. Esas son las cosas que no se llevan a una información para que la gente entienda bien”.

En ese sentido, reconoce con pesar que en el sector “somos malos comunicadores, no somos organizados en poder entregar la información que realmente se necesita y lo que estamos haciendo.

Por contrapartida, destaca que “la izquierda en ese sentido es mucho más organizada, lo hacen de una manera más o menos innata”, destacado que “a nosotros nos comen los egos, y gran parte de los líderes nuestros siempre han pensado ellos a ser Presidentes (de la República). En la izquierda no importa quién va a ser el Presidente, importa el poder. En cambio, en el sector nuestro todos luchan por ser Presidentes, entonces, se pierde el contexto del trabajo del sector político”.

Egoísmo y falta de diálogo: La derrota en las presidenciales

Para el senador, la victoria de Gabriel Boric en las presidenciales del año pasado se debe sobre todo al egoísmo imperante en los liderazgos en Chile Vamos.

“Esto parte porque la UDI siempre mantuvo a Lavín tapadito, calladito… nadie podía hablar de Lavín. La UDI siempre ha sido avasalladora en orden a parar sus candidaturas y a defender a sus candidatos presidenciales. Lavín era un tipo agotado y que cuando lo veías por televisión, te daba rabia verlo hablando estupideces, siempre con un populismo de esos baratos que no tienen el contenido de lo que debe tener un Presidente de la República”, comentó sobre el gremialismo.

Luego apuntó sus dardos hacia Renovación Nacional, señalando que “después aparece Mario Desbordes, al que yo le tengo mucho apreció, creo que es un muy buen gallo, muy buena persona, pero se autodenomina candidato presidencial. ¿Por qué? Porque es el presidente del partido, un grupo de amigos que estaban dentro del partido (…) Un tema que a mí me pareció que no corresponde. Cuando tú estás en una coalición y crees ser una buena persona u una buena opción, colocas tu nombre a disposición de una candidatura presidencial y el resto debemos opinar; todos tenemos opinión y tenemos visiones de por qué puede ser un candidato bueno”

A continuación abordó el caso del Sebastián Sichel, explicando que este “me pareció una candidatura independiente. De hecho, yo apoyé a Sichel, porque dije ‘este gallo viene de afuera, es independiente, le veo mejor perfil’. Pero apareció quien fuera ministro de Hacienda por Evópoli (Ignacio Briones) al que alguien le dijo que era un buen candidato.

En medio de este panorama, Castro resaltó que, “como Derecha, no tuvimos diálogo para elegir un buen candidato, no existió un diálogo. ¿Y por qué gana Sichel? Gana por lo mismo que estaba diciendo: que había un desorden dentro de la centroderecha, con poca claridad, defendiendo candidatos que en cierta medida no nos llenaban el espacio o la ideología que nosotros tenemos en el sector político, y se genera ahí una especie de poco ánimo de trabajo hacia los candidatos. Y ganó Sichel porque había una fuerza que le apoyó pero no estaban involucrados los partidos de centroderecha. Y obviamente (después) ganó Kast y esa fuerza con ánimo, con deseo, con cariño, no estuvo al 100% apoyando a Kast.

El reflejo torcido: la unidad de la izquierda

“Obviamente que la izquierda es mucho más unida. Al día siguiente de las primarias, la izquierda en pleno, sin pedir absolutamente nada, se ‘gana’ detrás de Boric, y todo lo que Boric hizo y todo lo que Boric representa y todas las cosas negativas e Boric, ellos eso lo borraron completo, lo defendieron siempre y obviamente que ellos, la izquierda, es mucho más unida en ese sentido para lograr el poder”, recalcó ante el panorama que observa en sus adversarios políticos.

En ese escenario, concluye que “hay una desorganización en la centroderecha que ha sido siempre una forma de trabajo, y eso es lo que la lleva a no ser exitosa en una elección presidencial”.