El triunfo de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales provocó un terremoto de características cataclísmicas en los partidos políticos tradicionales de la centro izquierda, aquellos que gobernaron desde 1990 con pequeñas alternancias de la derecha y no es para menos, ya que el recambio generación que se instala en marzo próximo en La Moneda viene a renovar la política y a aquellos vetustos dirigentes que han mantenido el poder a toda costa están próximos a dejarlo de un lado y es por eso que la procesión de las directivas de las colectividades que conformaron la ex Concertación hacia La Moneda Chica, el centro operacional donde funcionan quienes le arrebataron esos privilegios que mantenían y quieren mantener, es constante, como si ueran a pagar una manda llegan humildes y cabizbajos según ellos -los dirigentes- no piden nada…..lo que se puede interpretar como «una ayudita por amor a Dios». Lo cierto es que esta vieja élite partidaria está en decadencia y solo intentan aferrarse al poder y al Estado como su gran generador de ingresos, pues muchos de ellos nunca han trabajado fuera del ámbito fiscal.

Los primeros en llegar arrastrándose y besanddo el «anillo» al nuevo inquilino de La Moneda fueron los del PS, en diciembre pasado, cuando el timonel y senador Álvaro Elizalde se reunió con el nuevo jefe de Estado ocasión en que dijo que “quiero valorar la deferencia que ha tenido de invitarme a conversar con él. Nosotros hemos insistido en la voluntad del PS de contribuir al próximo gobierno”.

“Queremos que al gobierno le vaya bien porque eso es bueno para el país, más aun cuando compartimos las propuestas programáticas que ha anunciado Gabriel Boric en el marco de la campaña”, sostuvo.

Incluso afirmó que todavía no se define cómo la colectividad contribuirá a la gestión de la próxima administración, pero que cualquier toma de decisión se informa oportunamente.

La segunda en llegar a La Moneda Chica para reunirse con Boric fue la timonel del PPD, Natalia Piergentili -derrotada en la senatorial por santiago-, quien calificó como “muy grato” el encuentro e indicando que “tengo la profunda convicción que el Presidente (electo) tiene claro cuáles son los temas más sentidos de cómo tenemos que generar gobernabilidad”.

“Cómo esa gobernabilidad tiene que tener una expresión en el Parlamento para generar las reformas, y (reconocemos) que somos espacios políticos distintos, Apruebo Dignidad y Nuevo Pacto Social, pero que somos tremendamente complementarios, por lo tanto él (Boric) tiene toda la voluntad de visualizar cómo hacemos que esta complementariedad se vuelvas un espacio de gobernabilidad”, señaló.

Incluso, en la ocasión le señaló la disposición del partido para proponer sus mejores cuadros en los espacios que defina el futuro mandatario.

“Él entiende perfectamente que requiere de todas las fuerzas políticas, que tienen una misma base, trabajando juntos, por tanto él tiene clarísimo que no tiene partidos de primera y segunda categoría”, recalcó.

Aunque el Partido Radical, otrora importante exponente de las principales políticas públicas del país en años pretéritos y ahora solamente recordados por sus “comilonas”, quedaron en colaborar con el nuevo Gobierno.

“Los desafíos de un país en evolución hacia los cambios de justicia social necesarios y que fueron refrendados en esta alta votación, son asumidos como propios por cada militante del radicalismo”, señala una declaración pública.

“Aportaremos con nuestro trabajo comprometido, como siempre, con los cambios con responsabilidad y con la fundamental estabilidad político social para poder pavimentarlo”, agregan.

Finalmente y colocando la última vela para las peticiones a lo imposible, fue la derrrotada y minimizada Democracia Cristiana. Carmen Frei, llegó además con chololates y golosinas para la mascota presidencial, dijo que “no hemos venido ni con listas de cargos ni con condiciones, nosotros queremos las transformaciones profundas. Vinimos a felicitarlo por su triunfo y reiterarle que la DC siempre, como es su trayectoria desde los años 60 en las transformaciones. No hay que olvidarse nunca que el lema nuestro es ‘Revolución en libertad’, eso lo vamos a cumplir”.

Sin embargo, y aclarando que no concurrió a repartir una lista con nombres, afirmó que existe la disposición que militantes de la falange puedan estar en el gabinete “si él (Boric) lo decide”.

“El Presidente es el que nombra a su gabinete y él tiene esa responsabilidad, nosotros hemos venido, como siempre lo he dicho, ni con lista de cargos, ni con condiciones. Nosotros queremos transformaciones profundas y en todo aquello que sea positivo, nosotros nos vamos a encontrar, no vamos a ser como han dicho algunos, oposición. Nosotros vamos a justamente colaborar a aquello que nos une. Entrar al gobierno es facultad del Presidente, él decidirá cómo conformar sus equipos, pero nosotros estaremos dispuestos a ayudar en lo que sea”, sostuvo.

De esta forma, los “famélicos” partidos políticos que ostentaron el poder desde 1990 en adelante intentan “hacerse los lindos” con el nuevo mandatario, quien como parlamentario fue un duro crítico a la gestión de los Gobierno de la ex Concertación y cuyo objetivo es el de mantener una “cuotita” de poder.