Por: Javier Arroyo, creador de Smartick.com
Es pronto para saber cómo evolucionará el modelo educativo en Chile y el mundo. Las compañías de educación tecnológica (EdTech) están logrando demostrar que el aprendizaje en línea puede ser altamente eficiente. Además, es importante mencionar que la generación de escolares que ha vivido la pandemia entre clases virtuales y estudios en línea estará mucho más familiarizada con este tipo de herramientas, ya sea en la educación superior o en su vida profesional.
Muchos docentes están descubriendo la forma en que estas herramientas se convierten en aliados que facilitan su trabajo y que les permiten dedicar tiempo a lo que mejor saben hacer: transmitir conocimiento, captar las dudas y estados de ánimo de sus alumnos. La educación escolar ha sido uno de los hitos en el desarrollo de la civilización moderna y si no ha cambiado su estructura desde hace siglos es porque funciona. Sin embargo hoy, el colegio y el aprendizaje pueden mejorar en forma y fondo. Actualizar los métodos educativos sería una evolución, no una revolución.
Lo fundamental es que el modelo sea de aprendizaje mixto, en el que los distintos sistemas sumen para obtener el mejor resultado posible. Un buen profesor nunca podrá ser sustituido por un computador, pero si podrá facilitar su labor y complementarla. La pasión, motivación y amor por una materia que puede transmitir un docente es algo único. Ahora bien, no podemos negar que la tecnología supera a los humanos en el trabajo individual de práctica profunda.
La pregunta que surge entonces es cuánto cambiará la tecnología el aprendizaje de los estudiantes. Las autoridades y sostenedores de establecimientos escolares solo lo sabrán cuando los niños regresen a las clases presenciales en sus establecimientos. Las metodologías online pueden ayudar al profesor a lograr y reconocer la diversidad cuasi perfecta entre los alumnos y mejorar con ello la gestión de la clase en aula física, liberando tiempo para dedicarse a tareas de mayor valor añadido. Los niños que puedan volar más alto que la media de la clase lo harán y, los que necesiten refuerzo, no se quedarán atrás. Esta es una de las grandes incógnitas del escenario post Covid-19, ¿habremos aprendido a aprovechar las tecnologías que nos hemos visto obligados a usar?