Iván Flores, actual diputado por el distrito 53 y senador electo por la Región de Los Ríos, ve con ojos cada vez menos esperanzados el futuro de su partido, la Democracia Cristiana. Y es que si bien recalca los buenos números de autoridades electas que militan en el falangismo, sostuvo que ello no refleja un verdadero trabajo de la tienda política.
«Me encantaría decir que seguimos siendo el partido más grande de Chile, que seguimos teniendo toda la adhesión de la centroizquierda, me encantaría decir que estamos en la mejor sintonía con la ciudadanía. Pero debo ser honesto porque a mi me interesa lo que le pasa a mi partido«, reconoció el parlamentario en conversación con el programa Las Cartas Sobre la Mesa de Infogate.
En ese sentido, indicó que «hacer un discurso que nos conforme un poquito sería faltar a la verdad», haciendo a continuación hincapié en que «tenemos un problema muy serio en la Democracia Cristiana, que es la pérdida sistemática de la sintonía con la ciudadanía, la pérdida de la empatía necesaria y de poder, incluso, adelantarnos a algo que muchos de nosotros no percibimos con claridad pese a que yo creo que había cierta conciencia de lo que nos estaba ocurriendo como país».
«Fuimos perdiendo sintonía y el colmo de los colmos fue (…) cuando entramos a la economía del abuso” aludiendo a los casos de colusión de las farmacias, los pollos, el papel higiénico y la leche, por nombrar a los tres más emblemáticos.
Profundizó aún más señalando que «en ese contexto perdimos sintonía como partidos políticos, no solo la Democracia Cristiana, los partidos tradicionales perdieron la sintonía, porque además sus respuestas son extremadamente lentas, burocráticas y muchas veces parciales«.
Insistió en este punto que «a mi me da mucha lástima de un partido que fue el de las grandes reformas. Primero Pedro Aguirre Cerda con la reforma educacional, y luego la Democracia Cristiana con Frei Montalva con todo lo que se hizo (…) Y qué paso entonces…».
Añadió que, en ese escenario «ahora también nos han dado duro algunos que se olvidaron que fue la Democracia Cristiana la que salvó muchas vidas defendiéndolos en los tiempos más duros de la dictadura».
¿Solo esfuerzos individuales?
Flores lamentó, por otra parte, la pérdida de trabajo en terreno para promover nuevos liderazgos locales y regionales.
«En todo eso no se ha visto (la mano del partido), excepto una buena selección de personas que han tenido votos como para ser electos y tener una buena representación como partido. Pero hemos perdido una cantidad de militantes importante, y creo que hemos perdido, no algunos sino muchos afectos ciudadanos«.
En este punto destacó que «Seguimos teniendo la mayor cantidad de alcaldes, seguimos teniendo la mayor cantidad de concejales, seguimos teniendo la mayor cantidad de gobernadores regionales; ese es un buen discurso y es una buena presentación, pero cuando uno se mete adentro de la ciudadanía se da cuenta de que tenemos (en realidad) buenos líderes que son capaces por ser personas de tener una buena adhesión ciudadana para ser electos, pero eso no es una respuesta del partido».
Elecciones internas
El futuro senador abordó también el proceso eleccionario interno de la DC respecto del cual ha sido muy crítico, comentando que «el partido tiene hoy día un tremendo desafío y estamos en medio de un proceso electoral que, yo lo dije, a mí no me gusta, que se haya propiciado elecciones ahora, antes del cambio de Gobierno y antes de tener la nueva Constitución, cuando en realidad hay un proceso que es mucho más amplio, es mucho más abierto, que podría haber permitido que la nueva Democracia Cristiana que algunas personas podrían haber propuesto, se haya hecho después de».
«Estamos como estamos, el día 23 tenemos elecciones, y espero que quienes asuman la conducción logren entender que hacer más de los mismo ya no se puede«, explicó, haciendo especial realce en que si no ocurre ello, «estamos condenados a la desaparición producto de este desgranamiento que empieza a ocurrir con los incómodos: ya se nos incomodaron los del ala más hacia el centro – centroderecha, se fueron; hoy día se empiezan a incomodar algunos que están más hacia el ala de la centroizquierda – izquierda y, bueno, al final nos estamos quedando con grupos incómodos que lo que hacen, a las primeras de cambio, es amenazar con irse.
Ante ese peligro, Flores subrayó que «eso obliga a tener que plantarnos súper firmes respecto de cuáles deberían ser los 2, 3 o 4 ejes sobre los cuales hay que jugársela. Uno no puede “picotear” de todo en la vida, uno tiene que tomar ciertos asuntos y comprometerse con ellos y actuar en consecuencia«.