Poco a poco se empiezan a conocer imágenes del desastre natural en las islas de Tonga, la remota nación insular del Pacífico Sur que quedó bajo las cenizas tras la explosión del volcán Hunga Tonga – Hunga Ha’apai el pasado sábado 15 de enero.
Fotografías publicadas este martes 18 de enero por las Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda muestran la devastación provocada por la erupción volcánica y posterior tsunami sobre el archipiélago del Pacífico Sur. Los habitantes del territorio afectado siguen incomunicados por el corte de un cable submarino que suministra el servicio de Internet. Hasta ahora, las autoridades han reportado tres víctimas mortales.
Cenizas cubren el paisaje
Muchas zonas del territorio, conformado por 176 islas y con 105.000 habitantes, quedaron completamente destruidas según revelaron las fotografías aéreas publicadas este martes 18 de enero por las Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda durante vuelos de vigilancia.
Las imágenes muestran un paisaje arrasado, con ceniza cubriendo el terreno e importantes daños en los edificios asentados en la isla de Tongatapu, donde se encuentra la capital, Nukualofa.
En otras imágenes satelitales se puede ver la erupción submarina del sábado, con una columna de ceniza, vapor y gas que se elevaba como un hongo gigante sobre las aguas del Pacífico Sur.
Las olas del tsunami que se generaron por el fenómeno natural chocaron contra la costa de Tonga y cruzaron el Pacífico, causando daños menores desde Nueva Zelanda hasta Santa Cruz, en el oeste de Estados Unidos. Incluso, una detonación sónica se pudo escuchar en lugares tan lejanos como Alaska.
Nueva Zelanda y Australia envían ayuda
El archipiélago podría pasar días, o incluso semanas, aislado del resto del mundo, pues ante la situación actual es difícil reparar el único cable de comunicaciones submarino, que según un operador se rompió durante la erupción volcánica.
Los cables submarinos de fibra óptica son la columna vertebral de las comunicaciones globales, gracias a su capacidad para transportar datos y son unas 200 veces más grandes que la de los satélites. Sin embargo, el desastre en Tonga pone en evidencia la vulnerabilidad de este sistema.
La ceniza en la pista de un aeropuerto ha retrasado las entregas de ayuda a la nación, sin embargo, el Ejército de Nueva Zelanda informó que esperan entregar agua potable y otros suministros en un vuelo organizado para este miércoles.
“El agua es una de las principales prioridades para Tonga en este momento”, apuntó en un comunicado la ministra neozelandesa de Exteriores, Nanaia Mahuta.
El país vecino también envió barcos de la armada a Tonga que transportan 250.000 litros de agua potable y una planta de desalinización con capacidad de producir 70.000 litros. Además, el Gobierno prometió una ayuda de 680.000 dólares iniciales para los esfuerzos de recuperación.
A Nueva Zelanda se unió Australia con el envío de un barco de la armada desde Sídney a Brisbane para preparar una misión de apoyo de ser necesario.
“La ceniza está resultando bastante problemática, no solo para el agua y el saneamiento porque Tonga recoge el agua de los techos de las casas, sino también en términos de acceso para la ayuda de Australia, Nueva Zelanda y otros vuelos. Necesitan despejar la pista. La información más reciente que tengo es que el 60 por ciento de la pista se ha despejado, y esto se hace manualmente, escuché que hasta 200 voluntarios están barriendo la pista para que los suministros aterricen el jueves o el viernes si las cosas suceden según lo planeado”, informó Lord Fatafehi Fakafanua, presidente del Parlamento de Tonga.
Por otro lado, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA en inglés) dijo que la preocupación se centra en las islas Mango y Fonoi, habitadas por 36 y 69 personas, respectivamente, ya que ambas se encuentran a ras del mar y se han emitido señales de auxilio desde allí.
Según cálculos de la Cruz Roja, cerca de 80.000 de los 105.000 habitantes del país han sido afectados por el desastre natural, mientras los expertos no descartan que se produzcan más incidentes debido a la actividad volcánica.
(Con información de France24)