Generalmente, cuando se aborda el tema de la migración, el punto de partida son las cifras. Si comprendemos los cambios de escala, las tendencias emergentes y la evolución de las variables demográficas que traen consigo las transformaciones sociales y económicas mundiales causadas por fenómenos como la migración, entenderemos mejor los cambios del mundo en que vivimos y podremos planificar mejor el futuro. Según la estimación más reciente, en 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente al 3,6% de la población mundial, reseña el informe publicado por la ONU.
Globalmente, el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.
Europa y Asia acogían en 2022 a alrededor de 87 millones y 86 millones de migrantes internacionales, respectivamente, sumando el 61% de la población mundial total de migrantes internacionales.
Les seguían América del Norte, con casi 59 millones de migrantes internacionales, equivalentes al 21% de la población mundial de migrantes, África, con el 9%, América Latina y el Caribe, con el 5%, y Oceanía, con el 3%.
En relación con el tamaño de la población de cada región, en 2020 tenían las proporciones más altas de migrantes internacionales Oceanía, América del Norte y Europa, con un 22%, un 16% y un 12% de la población total, respectivamente. La proporción de migrantes internacionales era relativamente pequeña en Asia y África (1,8% y 1,9%, respectivamente) y en América Latina y el Caribe (2,3%).
Sin embargo, el crecimiento más marcado entre 2000 y 2020 se registró en Asia, con un aumento del 74% (alrededor de 37 millones de personas, en cifras absolutas). Europa experimentó el segundo crecimiento más alto durante este período, con un aumento de 30 millones en el número de migrantes internacionales, seguida de América del Norte (18 millones) y África (10 millones).
Los datos existentes indican un aumento global de las remesas en los últimos decenios, pasando de 126.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2000 a 702.000 millones de dólares de los EEUU en 2020. A pesar de las predicciones de un gran descenso en remesas internacionales a causa de la COVID-19, en el 2020 la caída fue leve (2,4%) desde el total mundial de 2019, señala el informe ONU.
Las remesas son transferencias de dinero o en especie que los migrantes hacen directamente a sus familias o comunidades en los países de origen.
El Banco Mundial compila datos mundiales sobre las remesas internacionales, pese a las innumerables lagunas en los datos, diferencias en las definiciones y cuestiones metodológicas que dificultan la elaboración de estadísticas exactas. Sin embargo, sus datos no captan los flujos no registrados que tienen lugar por cauces formales e informales, por lo que es probable que la magnitud real de las remesas mundiales sea superior a las estimaciones disponibles.
En 2020, la India, China, México, Filipinas y Egipto fueron (en orden descendente) los cinco principales países de destino de las remesas, aunque la India y China se situaron muy por encima de los demás, con entradas superiores a 83.000 millones de dólares de los Estados Unidos y 59.000 millones de dólares de los Estados Unidos, respectivamente.
Los países con altos ingresos son casi sin excepción los principales lugares de procedencia de las remesas. Por decenios, los Estados Unidos de América han ocupado sistemáticamente el primer lugar entre los países de origen de remesas, y en 2020 tuvieron una salida total de 68.000 millones de dólares de los Estados Unidos, seguidos de los Emiratos Árabes Unidos (43.200 millones de dólares de los Estados Unidos), Arabia Saudí (34.600 millones de dólares de los Estados Unidos), Suiza (27.960 millones de dólares de los Estados Unidos) y Alemania (22.000 millones de dólares de los Estados Unidos).