No lo ha pasado bien La Moneda en su relación con la Convención Constitucional el recién finalizado 2021. Las polémicas y acusaciones cruzadas partiendo por el inicio de las sesiones, problemas técnicos, exigencias de presupuesto adicional para asesores y funcionamiento, entre otros temas, se hicieron bien conocidos los pasados meses.
Tampoco ayudó el que la aún presidenta de el ente constituyente, Elisa Loncon, declarara que su gestión prácticamente no tuviera apoyo desde el Gobierno.
Fue justamente en el primer punto de prensa oficial en el Palacio Presidencial, el ministro secretario general de la Presidencia, Juan José Ossa, acompañado por el subsecretario de la cartera, Máximo Pavez, se refirió a esta ambivalente relación, en el cual señaló que «nosotros rescatamos que la Convención Constitucional se instaló debidamente, ese 4 de julio, a pesar de los episodios de violencia que hubo para impedir que se instalara la Convención, logramos que se eligiera una determinada autoridad, la Presidenta, el vicepresidente, y ha sido un continuo de aprendizaje«.
En ese sentido, precisó que «hubo, lo que uno podría denominar, dolores de crecimiento con el paso de los días, de las semanas, pero yo diría que las relaciones terminaron siendo muy fluidas, y yo creo que nadie de buena fe, podría realmente pensar que este Gobierno, no se la ha jugado por el correcto desempeño de la Convención«, aludiendo justamente a las declaraciones acusatorias de Loncon.
Asimismo, y anticipando lo que será la elección de la nueva mesa de la Convención mañana martes que reemplazará a la actual, el secretario de Estado comentó que «por supuesto, el Presidente de la República, en su oportunidad, invitó a quien fue elegida como primera presidenta, Elisa Loncon, y por supuesto que siempre va a querer reunirse con todas las personas, que tienen en sus manos, cosas tan relevantes, como la redacción de una Convención«.
Si las paredes hablaran…
Pero las palabras comedidas del titular de la Segpres contrastaron con lo sostenido en los pasillos del Palacio, donde algunas fuentes recalcaron que Elisa Loncon, tras recibir la invitación a reunirse con Piñera, «dijo que sí a la reunión con el Presidente, pero después dijo que no y le pidió a sus enlaces del Gobierno jamás decir que había dicho que sí».
Las fuentes también recordaron los problemas que hubo con el establecimiento del protocolo de salud para la Convención, contexto en el que la Mesa se negó a reunirse con el titular de Salud para ver este tema, pidiendo en contrapartida que visaran directamente el protocolo que ellos habían conversado y acordado con el Colegio Médico. «Luego pasó el tema del contagio, donde igual trataron de culpar de alguna manera al Gobierno…» aseguraron.
En este contexto, se destacó en Palacio que «a ellos (la actual Mesa de la Convención) les quedó un poco grande la administración de esto«, añadiendo que «nos dieron bien duro de manera bien injusta«. Más aún, hicieron hincapié en que las autoridades de la Segpres encargadas de coordinar con la Convención fueron tratadas «de forma humillante durante un mes», refiriéndose al complejo mes inicial para la instalación del organismo, recalcando que se trataba de acusaciones injustificadas.
Finalmente, en el Palacio Presidencial también se hizo alusión a la polémica presupuestaria en torno a los salarios de los asesores, más recursos para su funcionamiento y otros temas adicionales.
«Piden recursos que debían seguir ciertos protocolos antes de asignarse, partiendo por el reglamento (…) ellos tenían compromisos, como con los asesores, después el tema de la consulta indígena (…) Se les asignan $900 millones líquidos que después no gastan y dicen que fue ahorro… eso no es ahorro es simplemente no ejecución presupuestaria«, acusaron al final.
