El 2021 estuvo lleno de política y Covid, porque la pandemia y la delincuencia esatada no dan tergua, ya que a las elecciones municipales y legislativas, también se sumaron las primarias que definieron a los candidatos presidenciales que competirían por llegar a La Moneda. Posteriormente, definida la primaria, la elección se centró en la presidencial, donde el abanderado de Apruebo Dignidad le dio un mazazo en segunda vuelta a quien había obtenido el primer lugar en la primera instancia, el líder del conservadurismo José Antonio Kast.

Este año comenzó con las expectativas puestas en las elecciones parlamentarias y de Cores con una intensa campaña de los candidatos que aspiraban a llenar un curul en el Congreso y desplegados en territorio, dando una sorpresa el bloque de Kast (Frente Social Cristiano) que logra 14 diputados y un senador, transformándose en la tercera fuerza política de la derecha.

Un caso aparte fue el caso de Fabiola Campillai, una de los principales referentes del estallido social de 2019 tras perder la visión de sus dos ojos a manos de Carabineros, ya que ella llega al Senado en forma solitaria y dando un ejemplo de que no es necesario contar con el apoyo de un partido político o un sistema de reparto de votos que permitió, en el caso de Manuel José Ossandón, arrastrar a su compañero de lista el actual diputado de Evópoli Luciano Cruz Coke.

Sin embargo, las legislativas fueron solo un entremés, ya que los ojos estaban puestos en las presidenciales. Pero primero se tuvo que hacer una primaria entre dos bloques, Chile Vamos por la Derecha y Apruebo Dignidad por la izquierda, pero la ex Concertación quedó afuera de este proceso legal por diferencias entre ellos y el sector donde estaba el Partido Comunista y el Frente Amplio.

En el lado de la centroderecha la disputa era liderada en las encuestas por Joaquín Lavín siendo seguido por los otros Sebastián Sichel, Ignacio Briones y Mario Desbordes. Por la vereda contraria aparecía Daniel Jadue como el principal referente de la izquierda y luego Gabriel Boric.

Sin embargo, las encuestas fallaron completamente y la realidad fue otra, ya que los abanderados que representarían a cada uno de los sectores fueron Sichel y Boric. Mencionar que por fuera también hubo candidatos como Kast, Marco Enríquez-Ominami, Yasna Provoste, Eduardo Artés y Franco Parisi.

Mención aparte merece la senadora DC, Yasna Provoste, quien fue a una “consulta ciudadana” junto a la abanderada del PS y PPD, Paula Narváez y el radical Carlos Maldonado. Como era esperado, Provoste fue la elegida para representar a la antigua Concertación para representar en noviembre a una coalición que por años mantuvo la hegemonía del poder.

Luego de definidas los candidatos, la campaña fue con todo, ya que hubo dimes y deretes entre algunos de ellos que se manifestaron más abiertamente en los debates presidenciales que se realizaron, pero que solamente dieron cuenta de las disputas entre políticos y no el planteamiento de ideas y proyectos.

Llegó noviembre y con ello la esperanza de cada uno de dirigir al país en los próximos cuatro años. Sin embargo, el gran golpe fue dado a lo que fue la ex Concertación donde la ciudadanía le dio la última paletada al dejar fuera a su representante y lo mismo ocurrió con la centroderecha tradicional donde Sichel fue vencido por Kast, quien junto a Boric pasaron a segunda vuelta.

Iniciada esta segunda vuelta, las encuestas daban como ganador al abanderado de la ultraderecha, pero ocurrió la verborrea y desparpajo de algunos electos diputados del Partido Republicano como Johanes Kaisser y Gonzalo de la Carrera, quienes allanaron el camino a Boric, ya que sus declaraciones contra la mujer, sus fake news y la campaña del temor al señalar que si ganaba el candidato de la izquierda Chile se iba al abismo o se transformaría en “Chilezuela”, permitieron un acortamiento en los sondeos de opinión quien comenzó a alzarse como el referente del próximo mandato.

El 1912

Y llegó el “Día D”, ese domingo 19 de diciembre, donde mucha gente salió a las calles para expresarse en las urnas, provocando una denuncia de proporciones, ya que muchas personas comenzaron a subir a sus redes sociales la falta de buses de la locomoción colectiva para dirigirse a los centros de votación. Incluso, se interpuso una querella contra la ministra de Transporte, Gloria Hutt, el mismo día de la elección.

La rapidez del sistema electoral, el Servel, permitió muy temprano conocer el resultado de la voz popular que fue fuerte y clara: Boric obtenía el 55,8% de los sufragios fueron a parar al candidato de la izquierda, quien con 36 años se transformaba en el Presidente más joven en asumir la primera magistratura y con una votación de antología. Por el otro lado, Kast se convirtió en el candidato de la derecha que fue derrotado con más votación.

Como epílogo, solamente podemos decir que en la política pequeña no valió la pena consignarla, ya que fueron solamente disputas de personajes que aspiraban a llenar su fastuoso y grandioso ego.

Ahora, a horas de finalizar este movido año electoral chileno, el nuevo Presidente electo ha mantenido reuniones con distintas personalidades, ciudadanía y niños para generar un acercamiento entre la política y la gente que ha estado separado por un océano de disputas intestinas que solamente provocaron que los partidos y la política en general, haya caído en un desprestigio que socavó las bases de la institucionalidad y la democracia que la teníamos arraigada como un discurso grandilocuente y que se desmoronó con cada una de las encuestas que mostraban otra cosa.