Por 18 votos a favor y 16 en contra, la sala del Senado aprobó en general el proyecto de ley que establece un royalty minero por la explotación de cobre y litio en el país, por lo que la iniciativa vuelve a la Comisión de Minería y Energía de la Cámara Alta para continuar su trámite en particular.

La senadora y presidenta de dicha instancia legislativa, Yasna Provoste (DC), al justificar su voto a favor de un nuevo royalty para las empresas mineras, profundizó en la importancia de definir un nuevo tipo de minería para Chile, más comprometida con las comunidades, territorios y el medio ambiente. Además, emplazó al Gobierno a no desplegar una campaña del terror en torno a la propuesta.

“Creo firmemente en la propiedad colectiva de nuestros recursos naturales y creo, por lo tanto, en la riqueza colectiva de esta propiedad que debe generarse de manera que alcance a una cantidad muy importante de chilenos y chilenas, que no es lo que hoy ocurre. Por eso voto a favor del proyecto de Royalty”, indicó la legisladora.

A lo anterior, Provoste añadió que “no tengo ninguna duda que en la discusión en particular vamos a mejorar este proyecto, con un sentido claro: Una minería que le sirva hoy a nuestro país. Una minería que sea respetuosa con el medioambiente, que sea respetuosa con el desarrollo de las comunidades donde esté inserta y que le sirva a la mayoría de los chilenos y chilenas, y no solo a un grupo minoritario de corporaciones en nuestro país”.

Finalmente, la presidenta de la instancia legislativa expresó que “parte de la honestidad intelectual es también manifestar que este proyecto, y el ministro lo sabe bien, va a ser objeto de indicaciones, por lo tanto el despliegue de una campaña del terror no corresponde en un ambiente en donde hemos hecho, desde la Comisión de Minería, un trabajo serio, convocando a distintos expertos, de manera de poder abordar una pregunta esencial en esta discusión: Si el proyecto de Royalty Minero tiene solo una pertinencia técnica en la discusión. Nosotros creemos que no. Esto es sobre todo una discusión desde el punto de vista ético y también político, entendiendo la coyuntura identitaria del momento que estamos viviendo como país”.