La «Resistencia Mapuche Lavkenche» (RML) se adjudicó una serie de ataques incendiarios registrados a lo largo del último mes en la provincia de Arauco, incluidos los que ayer martes destruyeron 31 casas de veraneo en el sector de Lincuyin de la comuna de Contulmo.
Los otros atentados reivindicados son la quema de 35 vehículos y equipos forestales desde noviembre pasado: cuatro camiones extractores de áridos del río Trongol y un furgón forestal de Bosques Arauco en Los Álamos (24 de noviembre); 15 máquinas forestales en el fundo Coihue-Yeneco de la Forestal Arauco, en Lebu (9 de diciembre), y 15 equipos forestales en el fundo El Tesoro de Forestal Arauco, en Curanilahue.
RML reconoció haber efectuado estos ataques en represalia a la sentencia que ocho comuneros recibirán el próximo viernes 24 de diciembre por el crimen de Eleodoro Raiman, hecho ocurrido hace un año en un camping de Contulmo. Pese que el delito no tiene relación con la causa mapuche, los condenados se han autodenominado presos políticos y exigido su liberación.
A través de un comunicado, el grupo subversivo declaró que «el Gobierno y el payaso coordinador de la ‘macrozona’ Pablo Urquízar insisten en hablar de un crimen a mansalva, pero eluden el fondo del asunto que hoy condenará a decenas de años de cárcel a nuestros peñi, lamuen de Elicura (…) Sabemos que el Estado castigará a nuestros hermanos, humillará sus familias y hará ver de víctimas a los traidores«.
Añadió seguidamente que «frente a esta farsa jurídica y mediática es que nos alzamos al weichan, empuñando nuestras tralkas y fuego justiciero. Porque si no hay justicia winka, siempre habrá justicia mapuche (…) Somos un pueblo que avanza hacia su liberación y eso implica, sépanlo, expulsar a los usurpadores históricos, los verdaderos terroristas, porque sólo así volverá a surgir la vida mapuche».
Finalmente, la RML advierte que «mientras las forestales y empresas de áridos sigan devastando nuestro territorio, las empresas turísticas sigan lucrando de nuestros recursos y las cárceles del sur continúen llenas de mapuche, el weichan no parará. Ni con Piñera ni con Boric«.