A tres días de la decisiva jornada electoral del próximo domingo 19, el nerviosismo se ha ido apoderando de los comando de Gabriel Boric y José Antonio Kast.
Los datos van cambiando hora a hora, en especial porque además de los sondeos que reciben privadamente a diario, están llegando los datos desde regiones y eso, al día de hoy jueves, está reordenando el tablero a un escenario enormemente incierto, considerando que hasta inicios de la semana pasada las tendencias parecían reflejar una ruta difícil pero victoriosa para la oposición.
En lo que parecen coincidir en ambas sedes es la estimación de que el ganador se definirá por un margen muy estrecho, con el temor de repetir lo ocurrido en Perú, lo cual podría extender la incertidumbre, lo que aumentaría el clima de polarización, lo cual no le conviene a ninguna de las partes.
Cuentas alegres para Kast
Al término de la gira por el sur del país, con una masiva concentración en Temuco, al interior del comando de José Antonio Kast se consolidó lo que para ellos es un «saludable optimismo» de cara a la votación del domingo.
Y no era menor, considerando que la visita a las ciudades de las regiones de Biobío y Araucanía reflejó un amplio respaldo en las calles, mientras que en paralelo los datos que les llegaban les mostraban que están logrando estar arriba prácticamente en todas las regiones, excepto en la Metropolitana y Valparaíso, y con una interrogante aún en Magallanes.
Dicho optimismo renacido, después de una sucesión de encuestas y sondeos públicos y privados que mostraban desde el inicio de la campaña para la segunda vuelta una ventaja no decisiva pero sí importante de Gabriel Boric, reflejaba también los resultados a posteriori de los debates organizados por Archi y Anatel, sobre todo este último, en los cuales si bien en un primer momento los analistas observaron más bien posiciones parejas, en los días siguientes, con la cabeza más fría, Kast parece haber quedado mejor parado, a lo cual se sumó que el entorno de asesores de Boric estuvo lejos de reforzar los postulados del abanderado (véase a tal efecto el negativo resultado del «debate» entre Diego Pardow, coordinador programático de Boric, y José Luis Daza, asesor económico de Kast).
De la euforia a la preocupación creciente de Boric
Justamente tras el debate de Anatel, en el comando del abanderado de Apruebo Dignidad parecen haber sentido especialmente el golpe, ya que si bien habían logrado capear con lo justo los efectos de la acusación de acoso sexual y la no presencia en el programa de Franco Parisi, esta semana debieron reconocer el duro impacto que les significó el debate por el tema del examen antidroga y la inesperada pérdida de compostura de Boric ante un periodista de Radio Biobío en el punto de prensa post debate.
Desde el comando evaluaron con preocupación que este escenario les ha hecho perder directamente entre 2 y 3 puntos, imponiendo una preocupación que no parecía existir hasta la semana pasada, cuando todas las estimaciones hablaban de una ventaja sólida de hasta 5 puntos sobre su rival derechista.
«No estaba tan potente como pensábamos la posición de nuestro candidato«, indicaron fuera de micrófonos.
Y ello pensando en la intensa campaña puerta a puerta a lo largo del país junto a actividades masivas. Además, reforzando la acción en las regiones Metropolitana y Valparaíso, donde apuestan a aumentar la ventaja ya lograda en primera vuelta (y que en una elección estrecha como se estima para este domingo, puede resultar decisiva), aunque la recepción en las «tomas» en Viña del Mar alto no fue todo lo exitosa que se preveía (la presencia de Sharp, de hecho, generó un inusual rechazo entre varios vecinos).
Respaldos de última hora
Otro punto a destacar en esta verdadera montaña rusa de euforias e incertidumbres lo ha jugado el surgimiento de respaldos de última hora, que pueden considerarse oportunistas, con impactos más bien efectistas que efectivos, o que terminan reflejando el estado de descomposición de partidos tradicionales.
Así, en el caso de Kast, la aparición de militantes y ex militantes de la Democracia Cristiana mostrándole su apoyo ha terminado por profundizar la crisis al interior del falangismo, que ya estaba muy afectada por el apoyo sin condiciones entregado a Gabriel Boric. La expulsión de Adolfo Zaldívar Palma (hijo del ya fallecido ex militante del mismo nombre), el anuncio de sanciones contra los militantes de Los Ángeles que se reunieron con el abanderado del Frente Social Cristiano, y el respaldo del exDC Eduardo Aninat (que lanza una sombra sobre la dubitativa posición de los militantes más conservadores del partido), reflejan un escenario difícil de evaluar con precisión en el centro político dentro y fuera de los partidos.
Por el otro lado, la llegada al país y entrega de pleno respaldo de Michelle Bachelet a Gabriel Boric, creó un escenario más efectista que efectivo en la candidatura, considerando que se trata de un apoyo que le habla a la gente que ya está inclinada por el abanderado de Apruebo Dignidad.
Respaldos cruzados y desembarcos en el comando de personalidades como Paula Narváez, también están creando tensiones internas, con reclamos, pases de factura, lo cual anticipa una olla de presión para después de la elección, independiente del resultado
¿Y La Moneda?
En el Palacio Presidencial, después de la tormenta desatada con la salida de la subsecretaria Paula Daza, las declaraciones en apoyo a Kast del ministro de Educación, y la defensa casi corporativa de varios ministros a estos dos casos, los aires se calmaron al nivel casi de la apatía.
La Moneda bajó bruscamente su perfil al punto de centrar su acción en lo referente a la elección del domingo a temas técnicos, y a responder, en lo justo y necesario, algunas polémicas muy puntuales como el respaldo de Bachelet a Boric. Nada demasiado fuera de libreto.
La apatía aparente en los pasillos de Palacio tiene también otra lectura: a nivel interno se da por sentado lo estrecho de los resultados que se anticipan para la votación. En dicho escenario, cualquier salida de tono puede ser interpretada como intervencionismo electoral, y el Gobierno interpreta que su prescindencia ayudará a bajar la tensión y no pondrá un manto de duda al trabajo del Servel, el cual será escrutado «con lupa» la noche del último día de esta semana.