Hoy en día la tecnología está transformando todos los ámbitos, no sólo las comunicaciones, la producción y las relaciones humanas, sino también la democracia y los políticos en sí.
Según la encuesta CEP publicada en abril, la confianza por parte de la ciudadanía con respecto a los partidos políticos es de un 2%, el Congreso un 8% y el Gobierno un 9%. Esto ha quedado en evidencia durante los últimos años con el aumento de las manifestaciones sociales, mostrando su disconformidad con las entidades públicas y reclamando sus derechos.
Es por esta razón que la Inteligencia Artificial (IA) provee una posible solución a esta desconfianza generalizada, permitiendo concebir la democracia como aquella de la antigua Atenas del siglo V, en que el ciudadano concurría personalmente a la Ekklesia a decidir directamente los asuntos de la polis.
“Frente a la crisis de representatividad que se vive a nivel global, pareciera ser ésta la salida definitiva a tanto intento fallido por lograr delegados honestos en su actuar y leales a su electorado. Los escándalos de corrupción política, colusión privada y la percepción de impunidad frente a esos mismos delitos de corrupción, han hecho que se alcen voces indignadas y un repudio transversal condene tales prácticas como antidemocráticas”, explica Claudia Kühn, Gerente de Ética y Compliance Prodigio en Prodigio Tech.
El ingeniero del MIT y actual director del Centro de Aprendizaje Colectivo del Instituto de Inteligencia Artificial y Natural de la Universidad de Toulouse, el chileno Cesar Hidalgo, propone en su TED Talk que es posible que la Inteligencia Artificial permita una democracia directa a través de algoritmos que nos faciliten crear nuestro propio avatar al que educaremos con nuestra propia data relevante, con el fin de crear nuestro propio representante personalizado que haga posible que participemos directamente en las decisiones del Estado.
El problema de una democracia representativa es que los políticos al momento de captar los votos, aseguran a su electorado que cumplirán sus expectativas, pero luego de ser elegidos actúan según su propia conveniencia En una democracia directa,en cambio, esta intermediación terminaría. En un mundo de más de 7700 billones de habitantes, acceder a una democracia directa parecía irrealizable, pero con el advenimiento de la IA lo imposible se hace posible. Ahora bien, Cesar Hidalgo , quien ha participado en los conversatorios organizados por PRODIGIO TECH, no desconoce que, como todo avance tecnológico, son muchos los aspectos que deberán ser perfeccionados, entre otros, los relativos a gestión masiva de datos, su protección, ciberseguridad, educación a la población y asistencia a los ancianos, pero es un desafío que vale la pena emprender
Claudia Kühn, añade que “la IA está ampliando los alcances de nuestra mente y configurando nuestra realidad a tal punto, que es muy probable que en un par de décadas más ya no sea relevante quiénes sean nuestros senadores, diputados y convencionales, pues cada uno podrá legislar directamente y decidir por sí mismo. Hoy se está trabajando para ello, para tener un mundo virtual, una meta realidad, que maximice nuestras posibilidades como humanos. Para allá vamos inevitablemente y lo que nos toca es asegurarnos que estos desarrollos se basen en principios éticos que reconozcan nuestra dignidad humana, y que las nuevas normativas que se dicten inspiradas en dichos principios garanticen la inclusión, para que todos podamos acceder a estos avances
