La realiad supera con creces el mito de los Faros, que en el mar austral chileno son fundamentales para la navegación en las alucinantes aguas del fin del mundo y es la Armada de Chile la encargada de mantener estas instalaciones.
A mediados del mes de diciembre los históricos faros ubicados en la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes, realizaron el proceso de relevo de sus fareros (marinos), reparticiones en donde estos son acompañados por sus familias durante el desempeño de funciones.
Es de esta manera que el Faro “Punta Dungeness”, el cual opera desde 1896, realizó cambio de Jefe de Faro, dejando la repartición después de cuatro años el Cabo 1° Faro José Ponce, asumiendo el Cabo 2° Faro Iván Belmar en calidad de subrogante, realizando tareas fundamentales de salvaguarda de la vida humana en el mar, control de tráfico marítimo, registro meteorológico entre otras innumerables tareas en aquella apartada zona continental de la región.
De igual manera el Faro “Espíritu Santo”, el cual funciona desde el año de 1968 en la ribera sur de la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes al norte de Tierra del Fuego, también realizó relevo de Jefe de Faro, asumiendo el Cabo 1° Faro Enrique Araya, quién relevó al Cabo 1° Faro Rodrigo Pérez, el cual se desempeñó durante cuatro años junto a su familia en la aislada repartición.
En la actualidad en la jurisdicción de la Tercera Zona Naval funcionan sietes faros habitados, entre ellos Faro “Isla San Pedro”, “Islotes Evangelistas”, “Fairway”, “Bahía Félix”, “Punta Dungeness”, “Espíritu Santo” e “Islas Diego Ramírez”, cumpliendo tareas de salvaguarda a la vida humana en el mar, resguardando la seguridad e intereses marítimos, así como cumpliendo labores de soberanía efectiva en zonas aisladas del territorio nacional.