Las suplantaciones de identidad tanto para personas, empresas o servicios públicos experimentan una constante amenaza debido a las nuevas metodologías que utilizan los “ciberdelincuentes”. Esto, sumado a los datos recientemente entregados por la consultora Accenture, que destaca un aumento del 160% solo del secuestro de datos (ransomware) durante el período de pandemia, refuerza la importancia de aumentar los cuidados digitales.
Sistemas como la biometría, claves con envío instantáneo como mensaje SMS y preguntas con respuestas predeterminadas, son solo algunas de las nuevas herramientas que en la actualidad refuerzan las tradicionales contraseñas con requerimiento de mayúsculas y signos. Por otra parte, la irrupción del Blockchain, de la mano de las criptomonedas, y la implementación de la inteligencia artificial apuntan a consolidar sistemas de protección más avanzados.
“En este nuevo ecosistema digital, garantizar la seguridad de los datos informáticos y proporcionar una identidad digital certera, debe ser un compromiso de quienes ofrecen un servicio, tanto el sector público como privado. El método más eficiente, seguro y que garantiza la máxima protección frente al robo de datos es el cifrado, ya que permite sólo al propietario y a aquellos que estén autorizados a poder manipular esa información”, sostiene Rafael Pérez, Máster en Tecnología y CEO de e-Digital.
Para el especialista, la preocupación no es solo a nivel organizacional, sino que se extiende a todas las personas, puesto que la digitalización produce un efecto directo en el día a día de todos, por esta razón Pérez considera “esencial que las empresas continúen impulsando una cultura relacionada a la ciberseguridad y que, por consiguiente, las personas sepan cómo prevenir ser objetivos de este tipo de ataques”.
Sin embargo y pese a la amenaza constante que significa un ataque cibernético para todos los sectores de la sociedad, las industrias del retail y bienes de consumo son las más afectadas, razón por la que expertos apuntan a la implementación de más proveedores capaces de entregar identificación digital confiable a clientes e integrantes de una organización. “Las demandas de nuevos requerimientos digitales y el acceso al mercado de una generación laboral compuesta de las generaciones más jóvenes, hacen necesaria una comunicación segura, que garantice un clima de transacciones electrónicas estables y sólidas”, complementa Pérez.