· Lo hecho en casa ha tomado protagonismo, partiendo por las comidas, por lo que las personas ya están comprando implementos para poder haces panes de pascua, galletas y ricas cenas.
· Para ello, los almacenes de barrio se han convertido en un gran aliado a la hora de hacer las compras, cambio impulsado por la pandemia.
Queda poco para la navidad y el año nuevo y ya se nota en el ambiente cómo las personas se están preparando para celebrar estas festividades donde, a diferencia del año anterior, podrán compartir con más personas debido al mejor control de la pandemia y el avance del proceso de vacunación en el país.
Y una tendencia que se verá durante las fiestas es lo “hecho en casa”, que se hizo fuerte durante la pandemia y que no ha soltado los hogares chilenos. Así lo han notado los almaceneros, quienes preparándose para estas fechas, se han abastecidos de ingredientes para las típicas recetas presentes en las mesas de las casas. De acuerdo con Roberto Fierro, Country Manager de Almacén Gurú -marketplace que conecta a grandes proveedores con pequeños negocios de barrio- “el confinamientos incentivó mucho a las personas a ‘volver a la cocina’; por ejemplo han tomado fuerza los panqueques, queques, tortas, etc., lo que detonó el aumento de la demanda de todo tipo de productos y especies para la elaboración de éstos en el hogar”.
Algunos de estos ingredientes son especias como clavos de olor, o cremas de leches, manjar y mermeladas. También están los productos más típicos para poder hacer recetas caceras, como la harina, que significa un 12,3% de las compras de los almacenes, o los huevos, que alcanzan un 14,4% de lo que adquieren los dueños de negocios para vender a sus clientes. Por otro lado, los productos especiales de esta época también se están comprando en los almancenes de barrio, como “el pan de pascua y cola de mono”, agregó Fierro, quien destacó que para estas fechas “El 42,3% de las compras que realiza un almacenero en abarrotes, se destina en categorías intensivas para preparación de recetas caseras, lo que demuestra que tienen una gran demanda por esto productos por parte de sus clientes”.
Estos datos, de acuerdo con Fierro, demuestran que las personas se han quedado con otra costumbre, la de comprar en locales cercanos y no en grandes cadenas: “los aforos y las cuarentenas llevaron a las personas a buscar sus alimentos y otros productos esenciales de limpieza, por ejemplo, en los negocios de barrio y no en supermercados, lo que se ha mantenido a pesar del avance de la pandemia”. Debido a esto, los dueños y dueñas de los almacenes han estado más atentos a los requerimientos y demandas de sus clientes, para poder fidelizarlos y satisfacer todas sus necesidades.