El Gobierno sufrió un nuevo remezón en relación a la actual campaña presidencial, luego que se diera a conocer la «extraña coincidencia» del embajador de Chile ante la ONU, Issa Kort, en un restaurante en Washington justo en momentos en que el candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast encabezaba un almuerzo en el mismo recinto.
Si bien, como aclara El Mostrador, el diplomático no estuvo en la misma mesa, sí se retiró al mismo tiempo que el aspirante al sillón presidencial.
Consultado acerca del hecho y la posibilidad de que Kort hubiera jugado algún tipo de rol en la visita de Kast a Estados Unidos, el canciller Andrés Allamand señaló que «hasta donde estoy informado, ninguno».
Añadió seguidamente que «la propia actitud que mantengo yo como Canciller, que es la misma que mantuve cuando me desempeñé en procesos electorales como Ministro de Defensa: creo que al personal de la cancillería y particularmente a los embajadores y las autoridades, partiendo por el ministro, no les corresponde involucrarse ni intervenir en materias político-electorales«, aclarando que «la Cancillería refleja una posición de Estado y no una posición partidista«, distanciándose de la postura adoptada por otros ministros en cuanto a evitar tomar (al menos públicamente) posición sobre las candidaturas para la segunda vuelta presidencial.
Consultado acerca de si es una instrucción entregada al personal, Allamand precisó que «las instrucciones que rigen son las instrucciones que al efecto señala la Contraloría. Es elocuente el ejemplo que se da a partir del propio ministro: como ustedes saben, yo no he participado en ninguno de los procesos electorales y han habido varios desde que asumí como ministro, y creo que esa actitud es la que corresponde, y es la que yo entiendo han seguido todos los embajadores y todos los funcionarios de la Cancillería».
Recalcó finalmente que «aquí entramos ya en los dictámenes de la Contraloría, de que si se realizan en horarios de trabajo, utilizando medios…. Más que recomendación, mi instrucción es que el personal de la Cancillería, los embajadores, no se involucren en materias político-electorales«.