Mientras la OMS advierte los riesgos de alta contagiosidad de Omicron y los países de Europa endurecen restricciones para evitar el «tsunami» de Omicron, las autoridades chilenas van en el sentido opuesto y literalmente abren las puertas para darle la bienvenida a la «fiesta del contagio por Omicron»: Mañana se inicia la apertura de las fronteras terrestres y le resta importancia a que ya en el país oficialmente existen 73 casos de la nueva cepa de covid.
La razón de esta riesgosa apertura de fronteras, el gobierno apeló a razones humanitarias, familiares y turísticas y por ello habilitará el ingreso a Chile de extranjeros a través de los pasos Futaleufú en la Región de Los Lagos, Huemules y Jeinimeni en Aysén, y el Paso Integración Austral de Magallanes.
A partir del 4 de enero del 2022 se habilitará los cruces fronterizos Chacalluta en Arica y Parinacota, Paso Agua Negra en Coquimbo, Los Libertadores en Valparaíso, Pino Hachado en La Araucanía, Cardenal Somaré en Los Lagos y Dorotea en Magallanes.
El subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte, explicó que para quienes los utilicen se les exigirá las mismas disposiciones establecidas para quienes lleguen a través de aeropuerto, es decir, haber homologado su vacuna contra el covid, llenar la declaración jurada del sitio c19.cl y someterse a un test de ingreso al país, lo que implica mantenerse aislado hasta tener el resultado.