PARÍS, 24 nov (Reuters) – Treinta y una personas, incluidas cinco mujeres y una niña, murieron el miércoles después de que su bote de goma volcó mientras cruzaba el Canal de la Mancha de Francia a Gran Bretaña, en el peor desastre registrado que involucró a migrantes en las aguas. separando los países.

El Canal es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo y las corrientes son fuertes. Los botes sobrecargados a menudo apenas se mantienen a flote y están a merced de las olas cuando intentan llegar a las costas británicas.

El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, dijo que 34 personas iban a bordo, de las cuales 31 murieron, dos fueron rescatadas y una sigue desaparecida.

«Hay dos sobrevivientes … pero su vida está en peligro, están sufriendo de una hipotermia severa», dijo.

Se desconocen las nacionalidades e identidades de los migrantes, dijo Darmanin, y agregó que cuatro traficantes de personas sospechosos de estar involucrados en el accidente habían sido arrestados.

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la agencia fronteriza de la Unión Europea, Frontex, debería obtener más medios financieros para proteger las fronteras exteriores de la UE y evitar la llegada de más migrantes a las costas del norte de Francia.

También pidió una reunión de emergencia de ministros europeos para discutir el problema.

«Francia no permitirá que el Canal se convierta en un cementerio», dijo Macron.

Más migrantes de lo habitual habían abandonado la costa del Canal de Francia para aprovechar las tranquilas condiciones del mar el miércoles, según los pescadores, aunque el agua estaba terriblemente fría.

Un pescador, Nicolas Margolle, dijo a Reuters que había visto dos pequeños botes el miércoles, uno con gente a bordo y otro vacío.

Dijo que otro pescador había llamado a los servicios de rescate después de ver un bote vacío y 15 personas flotando inmóviles cerca, inconscientes o muertas.

Darmanin dijo que el bote de los migrantes se había desinflado y que cuando llegaron los rescatistas estaba «desinflado como una piscina de jardín inflable».

Si bien la policía francesa ha impedido más cruces que en años anteriores, solo ha detenido parcialmente el flujo de migrantes que desean llegar a Gran Bretaña, una de las muchas fuentes de tensiones entre París y Londres.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que estaba «conmocionado y consternado» por las muertes.

«Mis pensamientos y condolencias están con las víctimas y sus familias … pero este desastre subraya lo peligroso que es cruzar el Canal de la Mancha de esta manera», dijo tras presidir una reunión de emergencia del Gabinete.

Aunque ambos gobiernos culparon a los contrabandistas, varios políticos franceses, incluida la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart, culparon a Gran Bretaña por el problema y dijeron que debería cambiar sus políticas de inmigración.

Algunos grupos de derechos dijeron que una vigilancia más estricta estaba empujando a los migrantes a correr mayores riesgos mientras buscaban una vida mejor en Occidente.

«Acusar sólo a los traficantes es ocultar la responsabilidad de las autoridades francesas y británicas», dijo l’Auberge des Migrantes, un grupo de defensa que apoya a los refugiados y las personas desplazadas.

Antes del desastre del miércoles, 14 personas se habían ahogado este año tratando de llegar a Gran Bretaña, dijo un funcionario de la prefectura marítima local. En 2020 murieron un total de siete personas y dos desaparecieron, mientras que en 2019 murieron cuatro.

El miércoles temprano, los reporteros de Reuters en Francia vieron a un grupo de más de 40 inmigrantes dirigirse hacia Gran Bretaña en un bote. Los reporteros de Reuters vieron más tarde a miembros del mismo grupo que llegaban a la costa británica.