«No. Es su análisis personal. Es su opinión y listo. La Argentina va a trabajar con las autoridades que resulten electas«.
Así respondió de manera escueta pero tajante un alto funcionario de la Casa Rosada ante la consulta del diario argentino Clarín este lunes acerca de si las duras criticas de Rafael Bielsa en contra de José Antonio Kast, habían recibido aval institucional por parte del presidente trasandino Alberto Fernández o del canciller Santiago Cafiero.
Así, breve pero tajantemente, el Gobierno argentino se despegó -una vez más- de los dichos -y acciones- de su polémico embajador en Santiago, esta vez en contra del candidato presidencial chileno que encabezó las elecciones en primera vuelta.
La reacción argentina surgió en paralelo con el duro rechazo de la cancillería nacional a los dichos de Bielsa los que calificó como «intromisión inaceptable».
Por otra parte, Clarín profundizó su análisis, señalar que «el Gobierno no desea repetir con un candidato de la ultraderecha de Chile lo que le ocurrió a Alberto F. con Jair Bolsonaro a quien recién visitará por primera vez en la cumbre del Mercosur de mediados de diciembre. Bolsonaro tampoco lo vino a ver cuando Fernández asumió por su relación con Lula Da Silva».
Lo anterior, asumiendo que ante una eventual victoria de Kast en la segunda vuelta «su situación se complicará más».
Sin embargo, teorizan, «los ‘disparos’ de Kast al kirchnerismo en esta campaña puede que en Chile se aplaquen si gana la presidencia. Los chilenos suelen manejar determinados asuntos como una política de Estado independientemente de si gobierna la derecha y la izquierda».