·         El desafío consiste en encontrar un punto de equilibrio entre la vida familiar y laboral, permitiendo reactivar los ciclos económicos sin afectar la salud de los colaboradores.

El teletrabajo llegó para quedarse y eso es una realidad. No obstante, la mayoría de las compañías en Chile y el mundo conserva sus oficinas y cada día son más los colaboradores que retoman sus labores de forma presencial. Esta “nueva normalidad” propone múltiples desafíos a las organizaciones, las que guiadas por sus líderes potencian la adopción de sistemas híbridos que permitan velar por la continuidad operacional de sus negocios sin descuidar la salud mental de sus trabajadores.

Al respecto, Carlos Pérez-Vargas, gerente general Augura Advices, consultora especializada en gestión laboral y organizacional, afirma que “el modelo híbrido se ha convertido en una buena opción, ya que es capaz de reducir el riesgo de los colaboradores  frente al contagio. Por otra parte, entrega cierta continuidad operacional a las compañías, facilitando el cumplimiento de sus objetivos al mismo tiempo que otorgando la posibilidad de retomar el trabajo equipo”.

Explica que en esta “nueva realidad laboral” el papel que desempeñan los líderes es esencial, teniendo en consideración de que” en el actual contexto de trabajo remoto crear, implementar  o consolidar una cultura organizacional, es altamente complejo y presenta mayores dificultades que antes de la pandemia”.

Es por ello que “las jefaturas deberán calibrar en mejor medida los niveles de madurez profesional de sus colaboradores, puesto que algunos de ellos requerirán un acompañamiento que deberá ir más allá de la entrega de instrucciones o la solicitud de requerimientos. Por lo tanto, el desafío sin duda consiste en encontrar un punto de equilibrio entre vida familiar y laboral, permitiendo reactivar los ciclos económicos sin afectar la salud de los colaboradores”, enfatiza el ejecutivo.

En cuanto a otras responsabilidades de las organizaciones, el psicólogo laboral añade que “los empleadores deben implementar programas de cuidado emocional y bienestar social con el propósito de disminuir el impacto del encierro, las cuarentenas y la alteración de sus libertades individuales. En este sentido, dice que “es vital propiciar un clima que respete los horarios de desconexión laboral de quienes teletrabajan, velando de esta manera por un equilibrio entre la vida personal y profesional”.

Finalmente, Pérez-Vargas sostiene que en medio de los beneficios de un sistema mixto también hay aspectos fundamentales que los colaboradores deben considerar para que este modelo tenga éxito. “En primer lugar, se requiere que desarrollen rutinas de trabajo, ya que éstas favorecen el cumplimiento de sus labores. Adicionalmente, deben permitirse espacios para desarrollar sus actividades personales y familiares, evitando que esto afecte negativamente la ejecución de sus tareas en formato remoto”, recomienda.