La representación de Rusia ante la OTAN cesará su actividad el próximo 1 de noviembre, de acuerdo a lo anunciado por el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Esa misma fecha cesarán también las actividades de la oficina de información del bloque atlántico en Moscú. Para comunicarse con Rusia, la OTAN deberá contactar con el embajador ruso en Bruselas.
La medida ha sido tomada en respuesta a la retirada de acreditación a ocho trabajadores de la representación permanente rusa ante la alianza, acusados de espionaje hace dos semanas, detalló Lavrov.
«No se ha dado ninguna explicación de la desacreditación de los diplomáticos rusos ante la alianza», indicó. Agregó que Moscú ya no fingirá que sea posible un cambio en sus relaciones con el bloque atlántico.
Previamente, el jefe del Comité de Relaciones Internaciones de la Duma Estatal rusa, Leonid Slutski, calificó las acusaciones de «infundadas» y afirmó que, con la expulsión de los diplomáticos, «Occidente continúa su curso de confrontación diplomática con Rusia».
«La retirada de la acreditación de ocho miembros del personal de la Misión Permanente de Rusia ante la OTAN reducirá aún más el nivel de compromiso«, dijo el parlamentario.