Más allá de lo que exige la normativa, operadores de logísticos decidieron crear una serie de medidas internas de buenas prácticas, que van desde conducción a la defensiva, hasta cómo enfrentar un asalto.
Recientemente fue publicada en el Diario Oficial la Ley 21.377, norma que considera como una “infracción gravísima” el uso de aparatos electrónicos cuando se está conduciendo un vehículo.
La también llamada “Ley No Chat”, comenzó a regir el pasado 12 de octubre, estableciendo sanciones más severas frente a conductas irresponsables al volante. En específico, esta modificación a la Ley de Tránsito busca aumentar las multas por “conducir un vehículo manipulando un dispositivo de telefonía móvil o cualquier otro artefacto electrónico o digital, que no venga incorporado de fábrica en él”.
Estar pendiente del teléfono celular ha sido desde 2015 señalada como “una de las principales causas de accidentes de tránsito en todo el mundo”. De hecho, estudios realizados en todos los continentes indican que entre un 30 a 40 por ciento de los accidentes automovilísticos se debe al uso del teléfono mientras se conduce. El impacto de manejar con la atención puesta en el móvil es tan grande, que se estima que usar el celular aumenta entre cuatro y nueve veces el riesgo de sufrir un accidente.
Tanto que un estudio de investigadores españoles y australianos — publicado por la revista Traffic Injury — reveló que tener una conversación telefónica o enviar un mensaje de texto reduce el grado de atención en el tránsito como si el chofer superara la tasa de alcoholemia permitida en Chile, que es de 0,3 gramos por litro de alcohol en la sangre. El resultado es que el riesgo de sufrir un accidente o estar alerta frente a algún imprevisto, aumenta.
Lo anterior no deja ajeno a quienes deben usar algún tipo de vehículo, ya sea automóvil, camión, bicicleta o moto para ejercer sus trabajos como repartidores, transportistas, choferes o “deliverys”. En este caso, las empresas se han visto motivadas a ir más allá de lo que sostiene la normativa.
Javiera Contreras, encargada del área de Prevención de Riesgos de Rocktruck, explica que “a raíz de la crisis sanitaria, en la ley se anexó otro documento indispensable como es el ODI COVID para informar riesgos asociados al virus. Sin embargo, a eso decidimos añadir un protocolo interno para fortalecer aún más la seguridad al volante”.
Dentro del rubro del transporte de carga, tanto sea por carretera o por ciudad, uno de los riesgos a los que se encuentra expuesta la tripulación (conductor y/o peoneta) son los asaltos de mercadería, dinero de recaudación o personal, artículos personales de la tripulación o, en el caso más grave, el camión ya sea con carga o sin ella.
Generalmente los robos de camión se generan durante el trayecto de un punto a otro o en los puntos de entrega, los cuales no todos cuentan con espacios internos para descargar la mercadería de sistemas de seguridad cerrados. En esa línea, desde Rocktruck sostienen que una de las más destacadas innovaciones que han implementado en materia de prevención de riesgos ha sido el “protocolo de asalto”.
Sobre esta innovación, la ejecutiva señala que “hemos creado esta inducción que le explica al transportista paso a paso cómo reaccionar en caso de sufrir estos ataques. a quién deben avisar, donde se deben dirigir, si deben o no recurrir a Carabineros, entre otros aspectos fundamentales”.
En la misma línea, en el caso de Rocktruck implementaron una capacitación exclusiva de “manejo a la defensiva”, con la cual se refuerza el uso de cinturón de seguridad, no exceder las velocidades máximas permitidas, y factores de riesgos de accidente, que por supuesto incluyen el uso del teléfono móvil.
“Cada vez que ingresa un trabajador nuevo se hace esta charla completa y con el tiempo se van reforzando”, y que desde que se implementaron solo se han tenido accidentes de trayecto y ningún accidente de trabajo. “Hay un porcentaje importante que es responsabilidad del trabajador. Luego de estas inducciones y si son aplicadas a raya por los transportistas, el riesgo de accidente disminuye en un 80%”, comenta Javiera Contreras.
En el caso de Rocktruck, se incluye además un manual de carga, que indica cuál es el peso máximo permitido que pueden levantar los trabajadores, ya sea hombre o mujer, y qué hacer en caso de sufrir lesiones a la espalda. Al mismo tiempo, instauraron el uso obligatorio de guantes en caso que tengas que levantar manualmente alguna carga, y la entrega una ficha técnica de descripción y uso de extintores para estar preparados en caso de que deban utilizarlo.
“El centro de nuestras operaciones siempre han sido los trabajadores, y nos hemos preocupado por mantener todos los sistemas de seguridad al día. Luego del COVID 19 seguimos aplicando el mismo sistema, siendo pioneros en impartir capacitaciones luego de la ley NO CHAT”, sostienen desde el área de Prevención de Riesgos de la empresa.
Monitoreo en ruta
Actualmente, los transportistas tienen la posibilidad de ser resguardados por su empleador por medio de la tecnología. Por lo general, estos apoyos consisten en centros de trakking, supervisan la ruta en tiempo real, evitando que los transportistas estén mucho tiempo conectados a su celular y disminuir los accidentes.
“Tenemos la capacidad de detectar cuando un camión en ruta se ha quedado detenido por mucho tiempo. En esos casos, se manda una alerta al chofer para saber si está todo bien o si se ha salido de la ruta. Este tipo de apoyos muestra un avance importante en materia de seguridad, sobre todo en empresas que operan con alto flujo de camiones, vehículos motorizados y otros”, cuenta Jesús Arellano, jefe de operaciones de Rocktruck.
A la fecha en este operador ya van 340 personas capacitadas, quienes se desempeñan desde la primera hasta la última milla, con capacitaciones a la medida dependiendo de la operación y cargo que realizan. “La idea es incentivar la innovación interna en el resto de las empresas del sector para potenciar un ecosistema laboral seguro, más allá de la normativa legal”, concluye Javiera Contreras.