Hoy 18 de octubre es una fecha que será recordada por generar profundas divisiones entre los chilenos. Para una gran mayoría de conciudadanos es un día en que se instauró y validó la violencia como método de acción política, dando inicio a un proceso de cambios constitucionales que por ahora tiene el país recorriendo un camino plagado de incertezas.
Sin embargo, pocos chilenos saben que hoy la bandera chilena cumple 204 años uniendo a los chilenos en torno a un símbolo patrio que nos llena de orgullo. Fue legalizada por Decreto Ley del 18 de octubre de 1817 y se usó públicamente por primera vez, el 12 de febrero de 1818, en la proclamación de la Independencia.
“¿Qué es la bandera? Apenas un símbolo, una tela de tres colores, la estrella blanca en la banda azul, un asta y nada más. Pero, ¿quién no ha sentido estremecerse de gozo todo su ser cuándo, flameando en el alto mástil o en la apretada fila de batalla, rodeada de resplandecientes bayonetas, esa bandera ha conducido a nuestros soldados al asalto y a la victoria?”, nos recuerda Benjamín Vicuña Mackenna.
Una bandera que nos ha acompañado durante más de dos siglos de vida independiente, luciéndose en momentos de grandes alegrías y penas para los chilenos. Triunfos y derrotas han contado con el manto protector de nuestro símbolo patrio, flameando desde Arica hasta la Antártica e Isla de Pascua, reflejando soberanía y pertenencia. Con presencia en tres continentes, la bandera chilena representa el alma de nuestro país.
Es así como nuestro emblema nacional se ha convertido en un símbolo que une a los chilenos y que nos pertenece a todos. “Nuestra bandera no es un símbolo de un partido político porque ha de serlo de todos; no es un símbolo de la derecha ni de la izquierda porque ha de ondear en todo el espectro ideológico constitucional; no es un símbolo de los militares, aunque la custodian y la honran, sino también de los civiles. Nuestra bandera representa a todos y al deseo libre y democrático de querer vivir juntos. Nuestra bandera es la expresión emocionada e inteligente de que los españoles, juntos, somos más que separados“, nos recuerda el político español José Bono. Este es el espíritu que nos convoca en esta columna.
La bandera chilena es pasado, presente y futuro de nuestra patria. En tiempos en que aires revolucionarios y refundacionales recorren nuestro territorio, la invitación es a lucirla, respetarla y defenderla. Al igual que el escudo y el himno nacional, la bandera de la estrella solitaria es un símbolo de nuestra historia, identidad y unidad como nación. Es tarea de todos que continúe siéndolo.