El delegado presidencial de Valparaíso, Jorge Martínez, hizo una férrea defensa del accionar del personal naval de la Policía Marítima, ante la violenta protesta de pescadores artesanales desarrollada en la tarde del miércoles en el recinto portuario.
La autoridad gubernamental deploró la manifestación, denunció el intento de dejar a la deriva a un buque mercante atracado en el sitio 6 y anunció la presentación de acciones legales en contra de los responsables de los hechos.
Martínez explicó que «botes de pescaderos se dirigieron e incendiaron primero neumáticos de protección de los sitios 4 y 5 de la Empresa Portuaria de Valparaíso TPS. Ya habían incendiado otros de la empresa TCVAL».
Seguidamente hizo hincapié en que «lo más grave de todo, y quiero que la ciudadanía me entienda, se dirigieron hasta un barco que se encuentra en el sitio 6 a cortar sus espías; las espías del barco son las amarras que lo mantienen en el puerto; si se cortan las espías un barco puede quedar a la deriva, y en una zona como la poza de abrigo de Valparaíso puede generar un daño gigante«.
Ante ello, relató que al sitio «se dirigieron dos lanchas rápidas de la Armada a evitar dicha situación al llegar -y lo que me dice la Autoridad Marítima que está todo grabado y filmado, así es que los medios de prueba van a estar a la vista cuando ejerzamos las acciones legales-, al acercar para impedir que corten las amarras de un buque de carga de fierro, los agredieron lanzándoles piedras, objetos y atacando una de las lanchas«.
Producto de este ataque, el delegado presidencial señaló que el personal naval «en defensa propia, y con armas de aire comprimido, ni siquiera son las armas que nosotros conocemos como lanza balines, se lanzaron dos rondas de 15 tiros cada uno, 30 tiros en total, con balines de goma con aire a su interior de una sola posta, que no es letal».
Reiteró el daño que hubiera podido provocar el corte de las amarras del mercante Cóndor Bilbao «para su tripulación, para las personas que trabajan en el Puerto de Valparaíso, para la ciudad de Valparaíso y para el país: aquí estamos hablando del comercio exterior chileno».
Al respecto, Martínez indicó que “si el puerto de Valparaíso se detiene, no funciona, es grave no solo para la ciudad que pierde empleo, porque los barcos tendrán que ir a otra parte, es grave para Chile porque la disminución de la calificación internacional de riesgo de puertos, implicaría aumentar los seguros, los costos”.
Eso, siguió, “nos obliga ha hacer todos los esfuerzos para mantener el orden en el puerto y que no se altere su actividad fundamental. Tomaremos todas las medidas para sancionar a quienes generen daños, perjuicios y/o delitos en la actividad portuaria de Valparaíso, con el apoyo de la autoridad marítima y de Carabineros”.
Martínez reforzó que “ejerceremos todas las acciones legales o que correspondan en los tribunales contra quienes resulten infractores”.
Por otra parte, abordó el petitorio de los pescadores, explicando que «le estamos dando todas las soluciones, le estamos construyendo la caleta, estamos haciéndolo con ellos, pero lo que no podemos, porque no tenemos la posibilidad como Gobierno, es destinar 27 mil millones de pesos para pagar un sueldo por 48 meses futuros a trabajadores que van a seguir siendo pescadores«.