La calculadora oficialista falló estrepitosamente, una vez más, en el Congreso, y el Gobierno junto a los partidos de Chile Podemos Más se anotaron otra dolora derrota en la votación por el cuarto retiro de los fondos previsionales.
Lo que es peor, la votación le propinó un durísimo revés al candidato presidencial del sector, Sebastián Sichel, quien había apostado un fuerte capital político en esta discusión, mediante una campaña mezcla de convencimientos y amenazas para lograr el rechazo de la iniciativa legal, una suerte de palo o zanahoria, que terminó disgregando en pésimos términos el respaldo de sus parlamentarios y dejó en entredicho su capacidad para liderar y unificar al oficialismo.
Las cifras fueron lapidarias, al mostrar que de 69 parlamentarios del sector, 35 terminaron desmarcándose de una u otra manera de la postura del Ejecutivo y de Sichel.
En total hubo 18 votos oficialistas a favor de la controvertida iniciativa, seis abstenciones y 11 ausencias en la larga jornada de este martes en la Cámara de Diputados.
En caída libre
La última semana ha sido desastrosa para los esfuerzos de Sichel de lograr posicionarse como el verdadero líder del oficialismo.
Su mediocre performance en el debate presidencial del pasado miércoles sembró dudas en su estilo y sus capacidades, y no fueron pocos los que vieron mucho mejor aspectado a José Antonio Kast. Más aún, el que uno de los más respetados senadores UDI como Claudio Alvarado le llamara la atención por sus errores siendo respaldado en ello por el propio timonel gremialista, Javier Macaya, -quien defendió el «derecho a vitrineo» de los militantes hacia la opción del postulante del Partido Republicano-, sumió su candidatura en una fuerte crisis.
Lo ocurrido este martes en la Cámara de Diputados, sin embargo, parece una crónica de muerte anunciada. Desde el día en que diputados de oposición presentaron el proyecto para habilitar un cuarto retiro de fondos de pensiones, el candidato presidencial independiente de Chile Vamos, Sebastián Sichel, apostó al rechazo de la norma. Lanzó lo que claramente se entendió como una amenaza directa -pese a los esfuerzos de las directivas partidistas de su sector por minimizar la peligrosa maniobra- al anunciar que no respaldaría las candidaturas a la reelección de aquellos parlamentarios que decidieran votar a favor del proyecto.
Desde Chile Podemos Más se sumaron voces para advertir el grave error de presionar a tal punto sobre los parlamentarios oficialistas, en el entendido, además, de que nadie garantizaba que finalmente éstos terminaran rechazando un proyecto que, todos presumen, tiene un alto impacto electoral para quienes van por la reelección.
La votación de esta jornada terminó por dejar en entredicho la real capacidad del abanderado de imponer su liderazgo en un bloque con el que no ha logrado encontrar un verdadero feeling y que no logra verlo como un efectivo representante propio, y donde los rumores de crecientes apoyos hacia el candidato derechista Kast parecen cobrar cada vez mayor peso. Las encuestas parece que empiezan a reflejarlo y los sucesivos reveses políticos empiezan a dar cuenta de la amenaza de debacle a poco menos de dos meses de las elecciones presidenciales de noviembre.
Haciendo hincapié, nuevamente en las críticas de Alvarado a su candidatura, “Kast le dio una lección a Sichel de cómo ir a buscar al electorado de derecha. Además, lo hizo con tranquilidad, pachorra, seguridad y con astucia. Si Sichel y equipo insisten en ‘la vieja política’ y lugares comunes estará con serios problemas hacia adelante“.