El Instituto de Salud Pública autorizó este lunes la aplicación de la vacuna del laboratorio chino Sinovac (CoronaVac) contra el Covid-19 en niños desde los seis años.
El organismo analizó la solicitud de la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), que lleva la internación de la CoronaVac, y que envió la semana pasada una solicitud formal al ISP para que esta vacuna fuese utilizada en menores ente los 3 y 17 años, y en la que adjuntó documentación sobre los positivos resultados del estudio clínico en fase I y II realizado en China.
A diferencia de otras ocasiones, preliminarmente este encuentro no será resolutivo, sino que será de una primera evaluación de farmacovigilancia en el que se espera que participen los expertos del organismo, miembros del Consejo Asesor Covid-19 e integrantes de agrupaciones como la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf) y la Sociedad Farmacológica de Chile (Sofarchi).
Al respecto, el director del ISP, Heriberto García, confirmó en la presente jornada que la decisión busca «entregar mayor protección a nuestros niños. Protegiendo a nuestros niños, protegemos también a los adultos, a sus familias, y vamos generando lo que estamos diciendo que es como un uso de escudo«.
«De alguna manera los datos demuestran que los niños están aumentando la cantidad de contagiados a propósito que son los que no están vacunados. Dentro de ese grupo etario hay niños trasplantados, que necesitan la vacuna porque están inmunodeprimidos a propósito del uso de corticoides y otros medicamentos para su trasplante», explicó.
De acuerdo a lo anterior, García sostuvo que «es muy necesario ampliar este grupo etario. Hay razones de salud pública bastante potentes también y se presentaron hoy día en la evaluación, que tienen que ver con el retorno tranquilo, seguro y de confianza de volver al colegio y proteger a los profesores porque los niños sí son transmisores del virus».
Cabe destacar que, en la línea de lo planteado por García, varios expertos han planteado la necesidad de que se autorice el uso de la CoronaVac en menores, para evitar que los niños sigan siendo «reservorios del virus» -que en general no desarrollan mayores síntomas pero igual pueden portar el coronavirus-, y además han apuntado al perfil de seguridad de la CoronaVac pues su tecnología, de virus inactivado, se parece a las vacunas que se utilizan mundialmente desde hace años, como la de la influenza.
En paralelo, la Universidad Católica lleva la convocatoria de voluntarios para su estudio clínico pediátrico de la CoronaVac, cuya meta inicial es contar con 4.000 participantes.
Si ese ensayo clínico de fase 3 «avanza bien, a fines de septiembre podríamos tener resultados para comenzar a vacunar en octubre» a los niños y adolescentes, dijo la semana pasada el ministro de Salud, Enrique Paris.
La CoronaVac es la principal vacuna que se ha utilizado en Chile, aún en mayores de 18 años, con casi 19,5 millones de dosis aplicadas.
Hasta hoy, en el país sólo la vacuna de Pfizer-BioNTech estaba aprobada para su aplicación en menores, en su caso, a contar de los 12 años.