Para los que buscan la razón de la oleada de venezolanos que viajan a Chile y luego de la tragedia vivida ayer en Iquique, donde el malestar de los iquiqueños terminó con la quema e carpas y pertenencias de migrantes ilegales que se instalan en la calles de la nortina ciudad, solo basta recordar la entre entrevista que el recién asumido Presidente Sebastián Piñera dio a la estatal alemana DW el 16 de marzo de 2018:
«Vamos a seguir recibiendo venezolanos en Chile, porque tenemos un deber de solidaridad y yo nunca olvido que cuando Chile perdió su democracia, Venezuela fue muy generosa con chilenos que buscaban nuevas oportunidades”
Pero mienas la emeegcnia humanitaria está instalada en tdo el norte chileno, el Presidente Piñera está realizano su tour de despedida jutsmante en Colombia, donde -en el bochornoso episodio de Cúcuta– abrió la peurta a los venezolanos a venier en masa a Chile, es decir en esa crisis hay una responsabilidad evidente del Presidente de turno.
Tras lo ocurrido y que repercutió en la prensa mundial, diversas organizaciones de Naciones Unidas han reaccionado en contra de las manifestaciones: «UNICEF manifiesta su preocupación por la situación que están viviendo niños, niñas y adolescentes inmigrantes en Iquique y pide al Estado garantizar y proteger sus derechos, cumpliendo de esta manera con los tratados internacionales suscritos por el país», tuiteó la oficina en Chile.
Por su parte la oficina para los refugiados ACNUR fue más dura en su crítica: «Lamentamos los hechos ocurridos en Iquique y nos solidarizamos con las familias #refugiadas y #migrantes #venezolanas afectadas. Reiteramos nuestro compromiso para continuar trabajando con las autoridades nacionales, regionales y locales en la búsqueda de soluciones integrales«, tuiteó el organismo.
Por su parte Carlos Figueroa del Servicio Jesuita Migrante señaló: «hay que establecer una política migratoria con albergues, iniciar caminos para la regularización y un trabajo sanitario. La Migración es un hecho consumado, que debe abordarse desde lo humanitario y generando además un trabajo con la sociedad de acogida».
