El etiquetado de productos para consumo animal tiene como función describir los ingredientes, el valor nutricional, la proporción en la que están algunos componentes y si es un producto adecuado para la mascota considerando su edad, raza, tamaño y estado de salud.
Cada vez se le da más importancia a la información de las etiquetas de los alimentos de mascotas, así como también al origen de los ingredientes que lo componen, especialmente aquellos de origen animal que son aquellos componentes que le otorgan calidad, digestibilidad y una buena aceptación por parte de los gatos y perros que lo consumen. Y es que el tipo de alimento que consumen define la salud que tendrán las mascotas, de modo que saber qué consumen es sinónimo de cuidado y tenencia responsable.
“Actualmente, existen dos principales entes reguladores de la producción de alimentos para mascotas, la AAFCO (Association of American Feed Control Officials) y la NRC (National Research Council). Ellos son quienes postulan la composición que deben tener los ingredientes tanto de origen animal como de origen vegetal en el alimento de nuestras mascotas, de modo que para que un alimento sea apto para el consumo debe cumplir con los estándares establecidos por alguna de estas entidades”, explica Diego Rugeles, Veterinario del alimento para perros POEMA, y experto en alimento para mascotas.
En muchos casos las etiquetas hablan de ingredientes como vacuno, pollo, cordero y salmón “pero es importante aclarar que lo que hace es homologar los conceptos de ‘pollo entero´ o ‘Salmon entero´ con subproductos de este tipo de carnes como; vísceras de pollo, hidrolizados de pollo, o de salmón, entre otros”, detalla Rugeles.
De esta manera, para entender con claridad lo que leemos al fijarnos en las etiquetas del alimento de mascota, esta es la definición de los ingredientes de origen animal, según los parámetros de la AAFCO:
Carne: Es la carne limpia derivada de mamíferos sacrificados y se limita a las partes del músculo estriado y partes del músculo que se encuentra en la lengua, en el diafragma, en el corazón o en el esófago, con o sin la grasa que acompaña cada uno de estas partes, junto con las porciones de la piel, el tendón, los nervios y los vasos sanguíneos que normalmente acompañan a la carne.
Subproductos de Carne: Son las partes no renderizadas y limpias de mamíferos sacrificados. Incluye, pero no se limita a, pulmones, bazo, riñones, cerebro, hígado, sangre, hueso parcialmente desgrasado a baja temperatura, materia grasa y estómago. Esto no incluye pelo, cuernos ni pezuña.
Pollo entero: Es la combinación limpia de carne y piel, con o sin acompañamiento de hueso, derivada de las partes o canales enteras de aves de corral o de una combinación de ellas, con exclusión de plumas, cabezas, patas y vísceras.
Subproductos de pollo: Compuesta por las partes molidas, fundidas y limpias de los pollos sacrificados, incluye cuellos, huevos sin desarrollar e intestinos. No contiene plumas, ni picos.
Hidrolizados de pollo, Salmón: Es el resultado de la hidrolización del canal de aves de corral, incluyendo cuellos, vísceras, y huevos sin desarrollar, este proceso se somete a descomposición enzimática de las proteínas que permite su alta disponibilidad y absorción de las mismas. Para el caso del salmón, se utilizan los salmones enteros en este mismo proceso de hidrolización, incluyendo piel, vísceras y musculatura.
Digesto animal: Es el material resultante de la hidrólisis tanto química o enzimática de los tejidos limpios y no descompuestos. Los tejidos animales utilizados deben ser exclusivamente pelo, cuernos, dientes, pezuñas y plumas, a excepción de tales rastros de productos que inevitablemente entren en la buena práctica de fabricación y que sean adecuados para el consumo animal.
“Existen otros ingredientes que son de menor calidad como las harinas de plumas, harinas de sangre, que no contienen partes de músculo liso (vísceras) o estriado (músculo esquelético), que proporciona fuentes de proteínas y aminoácidos que constituyen un excelente perfil de los mismos en las dietas de las mascotas”, finaliza el experto.
Fuentes de proteínas de alta calidad y cantidad hay muchas, provienen de distintas partes de los animales y que brindan excelentes perfiles para las mascotas. Ahí es donde radica la importancia de saber leer el etiquetado del alimento y asegurarse así de estar dándoles la mejor alimentación a los peludos integrantes de la familia.
Algunos tips
1. Identificar para qué etapa de desarrollo de la mascota está hecho el alimento: cachorro, adulto o senior.
2. Identificar los compuestos y conocer la lista de ingredientes ordenados por peso de mayor a menor y la proporción de agua que contiene el alimento. Si el primer ingrediente de la lista es carne, es una buena señal.
3. Todas las etiquetas de los alimentos para perros y gatos deben indicar la cantidad mínima de proteína y grasa que contienen, así como el porcentaje máximo de fibra.
4.- Proporciones. Por ejemplo, si dice “rico en carne”, debe tener al menos un 14% de este ingrediente. Pero si dice “con carne”, entonces la proporción es mucho menor (máximo un 4%).
5. No confundirse cuando diga “sabor a…”. En estos casos la proporción es mínima (menos de un 4%), aportando solo sabor y no nutrientes.
6. Aditivos. Aquí se encuentran las vitaminas y minerales que necesitan los perros y gatos para mantener un buen estado de salud. En este punto es importante tener en cuenta que existen los alimentos que usan ingredientes sin químicos para obtenerlos, privilegiando así un tipo de nutrición más natural para tu animal de compañía.
7. También debes fijarte en la fecha de elaboración, ya que con el paso del tiempo los nutrientes se van degradando, bajando así la calidad de la alimentación de tu mascota.
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