Unidad Genómica contribuirá a la vigilancia genómica del Sars-CoV-2 en el país en la búsqueda de nuevas variantes.
Era esperada y por fin llegó: este jueves se recibió la carta del Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) que valida a la Unidad Genómica de la Universidad de Valparaíso para secuenciar muestras de coronavirus y pesquisar la aparición de nuevas variantes que puedan surgir en Chile.
La misiva señala que los análisis realizados por la Unidad de Genómica UV cumplen con los criterios de calidad establecidos para la secuenciación del Sars-CoV-2 y, de esta manera, la Universidad de Valparaíso pasa a formar parte de la Red Nacional de Vigilancia Genómica del Sars-CoV-2 del país.
“Para nuestro equipo, es un hito muy significativo, ya que somos la única institución autorizada de la Región de Valparaíso y una de las pocas regionales a nivel nacional, lo que nos permitirá poner el conocimiento y las capacidades instaladas en la UV al servicio del país, particularmente en el contexto de pandemia por COVID-19”, sostuvo el doctor en Ciencias Biomédicas, Pablo Moya, director de la Unidad de Genómica de la UV.
El doctor Moya quien además es investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso (CINV), explicó que “la secuenciación genómica de muestras positivas es crucial, ya que permite identificar no sólo variantes previamente descritas, su linaje y nivel de circulación, sino que también la aparición de nuevas variantes, las que pueden afectar la transmisibilidad del virus, la gravedad de la enfermedad y la eficacia de diagnósticos, terapias y vacunas”.
Asimismo, el director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la UV, el médico infectólogo Rodrigo Cruz, valoró positivamente la autorización del ISP.
Al respecto, el especialista sostuvo que la aparición de mutaciones y la selección natural de variantes con ventajas evolutivas contribuyen al aumento de la transmisión y gravedad de las enfermedades virales y, eventualmente, a generar una disminución en el efecto protector de las vacunas, lo que a su juicio es una seria amenaza.
“Por esto, la decisión del ISP de sumar a la UV a la red de universidades que se encargan de esta tarea a nivel nacional es muy positiva. Se necesita un mayor esfuerzo en vigilancia genómica de este virus, a través de la secuenciación de muestras y de pesquisar de manera precoz la emergencia de variantes, dado su impacto epidemiológico. Lograr esto hoy resulta clave para el buen control de la pandemia”, dijo el doctor Cruz.
El director del CDIEI-UV precisó que lo ideal es contar con esta capacidad en todas las regiones, en especial en aquellas donde hay aeropuertos o puertos y pasos fronterizos de alto intercambio de personas y mercancías, como es el caso de la Región de Valparaíso
Análisis de muestras
La Unidad de Genómica UV se ha comprometido analizar 96 muestras por semana. “Nuestra plataforma de secuenciación de nueva generación y única en la Región permite escalar hasta varios cientos de muestras por semana; sin embargo, alcanzar dicha capacidad máxima requiere aumentar el personal y automatizar algunos de los procedimientos, lo que podrá evaluarse dependiendo de los requerimientos del Ministerio de Salud u otras instancias”, indicó.
Pablo Moya también adelantó que entregarán informes de secuenciación de manera semanal y la información será posteriormente subida en la plataforma internacional GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data), que es una iniciativa del acceso abierto a datos genómicos del virus utilizada a nivel internacional y que facilita la epidemiología genómica y la vigilancia de tiempo real para controlar la aparición de nuevas cepas virales COVID-19 en todo el planeta.
En la misma línea, el también académico del Instituto de Fisiología UV relevó que la vigilancia genómica es una estrategia de salud a nivel mundial. “Nuestra participación es una respuesta al llamado de la Organización Panamericana de Salud (OPS) para formar una estructura de red entre laboratorios de los distintos países con capacidad de secuenciación. La Red de Vigilancia no es solo un mecanismo para fortalecer la capacidad de secuenciación, sino también para estimular a nuestros países a implementar la vigilancia genómica de rutina, como estrategia para implementar la cantidad de datos de secuenciación disponibles a nivel global”, afirmó.
Asimismo, explicó que “esto último es sumamente crítico para mejorar el desarrollo de protocolos de diagnóstico y generar información para el desarrollo de vacunas. Además, permite entender mejor los patrones de evolución y epidemiología molecular de SARS-CoV2”.
El equipo de la Unidad Genómica UV está conformado por Javier Tognarelli, bioquímico; la doctora Ximena Collao; el doctor Mario Párraga, de la Facultad de Medicina; y el doctor Pablo Moya, bioquímico, académico de la Facultad de Ciencias y director de la Unidad