Nada que hacer. El penoso espectáculo dado por todos los partidos políticos (izquierda, derecha y el camaleónico centro) en el último día para inscribir las listas a parlamentarios demuestra que el 18 de octubre, el estallido social y la pandemia, simplemente no sirvió para nada ya que los políticos y sus dirigencias optaron por seguir con las mismas prácticas que han generado la desafección , y el rechazo ciudadano, pero ni la más dura de las críticas y permanente rechazo ciudadano no les importa ya que los suculentos ingresos por concepto de dieta les hace «enloquecer» por mantenrse en el poder y eso de «servicio» al país parece haber cambiado por «servirse» al país.
Como era de esperar, las negociaciones de última hora, los poderes fácticos que ejercen los parlamentarios en ejercicio -verdadera dictadura que controla a los diezmados partidos- se impusieron para inscribir a los «amiguis» y a los que se aferran al poder, como ocurrió en la UDI que cocinó al gusto de la secretaria general de turno María «Pepa» Hofmann quien logró ser candidata a senadora por la Metropolitana, dejando en el camino a quienes contaban con real respaldo. situaciones similares ocurrieron en casi todos los partidos que se distribuyen los cupos como botin de guerra y no es para menos porque el Parlamento chileno es uno de los mejor pagados del mundo.
No por casualidad la Biblioteca del Congreso Nacional, en 2020, elaboró un estudio que reveló que efectivamente nuestro Congreso tiene las cifras más altas del mundo: la dieta bruta mensual del parlamentario chileno es de US$ 23.187 mientras que sus pares italianos -muy bien pagados- ganan US$15.110, es decir los de Chile los superan en más de 8 mil dólares y el promedio de los congresistas de los países de la OCE de de US$9,227.
Otros ejemplos de sueldos parlamentarios razonables son: Eslovaquia (US$4.067.-), Polonia (US$4.663.-) y España (4,713 USD). Claramente en Chile hay que hacer correcciones urgentes más cuando el nivel de la legislación resultante es bastante pobre, tal como ha ocurrió con leyes mal hechas como la de alcoholes o la de estacionamientos en mall.
Todo lo anterior solo tiene un significado y es que los políticos no han entendido nada o no quieren entender que la gente “no los quiere”, dicho popular que se extiende por todo el país y que se acrecienta con cada manifestación que se realiza en este territorio.
De esta forma podemos darnos cuenta que algunos anuncian candidaturas a pesar de cargar con prontuarios de corrupción, otros no postularán, muchos dejan sus pactos, otros juntan firmas de forma desesperada, ya que el plazo vence a medianoche, pero lo que queda claro es que la egolatría gana terreno en una “chacra” que ha dado sus frutos, muchos de ellos no comestibles y otros que solamente pueden ser acompañados con un fuerte aderezo.
Una cosa es cierta, llevamos años votando por el candidato menos malo, pero lo más sabroso de tener un gran abanico de opciones es la “bolsa de gatos” que habrá cuando se realicen los debates, ya que el tiempo que existe en televisión no da para tener la gran cantidad de candidatos hablando, por lo que tendrían que entregar respuesta cortas de unos 30 segundos o comenzar la emisión al mediodía.
Incluso podemos ironizar con algunos nombres que son más bien testimoniales, pudiendo incluso realizar una especie de “bingo” o “Polla Gol” para ver si algunos de los abanderados inscritos puede batir el récord que ostenta Tomás Joscelyn-Holt como el candidato menos votado de la historia –hasta ahora- de las elecciones presidenciales de Chile.